Park Sang-hak, el desertor norcoreano que lanza globos contra Kim Jong-un

Internacional

Tomado de Excelsior

El desertor norcoreano Park Sang-hak considera que los globos de propaganda que lanza a su país natal son parte de una tradición de guerra psicológica entre las dos Coreas, y promete continuar hasta que caiga el régimen de Kim Jong-un.

Park, hijo de un doble agente norcoreano que huyó del país en 1999, lleva 20 años lanzando globos cargados de volantes de propaganda contra el régimen, dólares estadunidenses y memorias USB con canciones de K-pop. Su misión es “instruir al público norcoreano”, algo que llevó a Pyongyang a tildarlo de “escoria” y a lanzar a Corea del Sur más de mil globos con basura como represalia.

Una ola de globos con basura causó el miércoles la suspensión de los vuelos al aeropuerto de Incheon de Seúl durante tres horas.

Es una subversión “inaceptable” de las reglas de juego, dijo Park. Agregó que nunca antes, en los 20 años de la guerra de los globos, una parte envió basura al otro lado de la frontera. “Kim Jong-un es la primera persona en ordenar globos de basura”, comentó, lo cual calificó como “un acto despreciable y atroz”.

¿Por qué Park decidió lanzar globos hacia Corea del Norte?

Park tiene experiencia de primera mano del poder que tiene una hoja volante. Recuerda un panfleto que encontró décadas atrás en el Norte, que mostraba a dos desertores en el Sur. Eso cambió la vida de Park al mostrarle que la deserción no es solo cosa de diplomáticos o soldados fronterizos, sino que cualquiera puede atreverse a cruzar el río a China.

“Una foto mostraba al desertor con mujeres surcoreanas hermosas en traje de baño, y un texto diciendo que recibió 10 millones de wones en ayuda del gobierno”, contó Park. “Fue la información más importante para mí”, expresó.

Unos años después, junto a su madre y dos hermanos, cruzaron el río fronterizo. Los volantes vistos por Park fueron elaborados por el gobierno surcoreano. Posteriormente conoció a uno de los desertores de la foto y le preguntó si era real.

“Me dijo que fue montado por el Servicio Nacional de Inteligencia de Seúl”, contó Park.

Seúl y Pyongyang producían volantes propagandísticos y realizaban transmisiones por altavoz cerca de la frontera. Pero los dos países suspendieron sus campañas en 2003 durante un período de acercamiento, por lo que Park comenzó su propia campaña, con los primeros globos lanzados en 2006.

Comenzó con globos comprados en una juguetería, pero ahora emplea globos capaces de cargar siete u ocho kilos. Por motivos de seguridad se negó a revelar los detalles de sus lanzamientos.  Los globos llevan sobres impermeables diseñados para llevar notas de un dólar, componente clave del éxito de su campaña, según Park.

Los norcoreanos aprenden que caen dólares del cielo, dijo, lo cual los lleva a abrir los paquetes de los globos cuando los encuentran, y eso los lleva a leer los volantes. Una de las misivas —todas escritas por Park y su equipo— detallan la muerte de Kim Jong Nam, medio hermano de Kim Jong-un, en el aeropuerto de Kuala Lumpur en 2017, con una imagen de su cadáver.

¿Cuál es el objetivo de lanzar estos globos a Corea del Norte?

La reacción de Pyongyang a sus globos demuestran que han tenido impacto en el público norcoreano, afirmó Park. Es difícil imaginar la escasa información que tienen los 26 millones de habitantes del Norte, donde la internet y los medios son controlados por el régimen. Por eso los volantes son importantes y funcionan, aseguró.

“He recibido llamadas de unos 800 desertores que me agradecen mi misión y me dicen que han visto mis volantes en el Norte”, sostuvo Park, quien afirma que no detendrá su campaña.

Sus críticos reclaman que sus acciones podrían escalar la tensión entre las dos Coreas, que permanecen técnicamente en guerra desde el conflicto de 1950-1953 que terminó con un armisticio, no un tratado de paz. Park descarta las acusaciones e insiste en que su campaña es pacífica. Su meta final es la caída del régimen de Kim, que espera suceda por un cambio interno, sin intervención foránea.

“Mientras Kim lanza misiles sin parar, nuestro mensaje es detener la violencia. Estos volantes entregaran la verdad al pueblo norcoreano, que los utilizará para levantarse contra el régimen de Kim y lo depondrá”, señaló. “Mis volantes son verdad, dinero y amor”.