Adal Navarro / EL SOL DE HERMOSILLO
Desde el pasado 11 de mayo, la exportación de ganado desde Sonora hacia Estados Unidos se detuvo tras una decisión del Gobierno del país vecino, debido a la reaparición del gusano barrenador en territorio mexicano.
De acuerdo con Daniel Baranzini, productor del sector agropecuario, agrícola y ganadero en Sonora, la solución inmediata a esta problemática hubiese sido el cierre de la frontera sur de México a las exportaciones de ganado de Centroamérica.
Destacó que, a pesar de las diligencias estatales, tanto la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) como la Unión Ganadera Regional de Sonora (UGRS) afirmaron que llevarían un programa de engorda para la venta de carne, este no servirá para sacar el producto del país si se cuenta con la plaga del gusano barrenador.
Explicó que la ganadería del estado de Sonora, así como la de Chihuahua, está diseñada para la exportación a Estados Unidos, por lo que la única forma de considerar una propuesta de comercializar hacia un país distinto a Estados Unidos es mediante la exportación de carne y no de reses.
Esta es la situación de Argentina, que está totalmente cerrado y tiene que mandar la carne ya procesada a otros países. Este sería el caso de México si sigue con el problema del gusano barrenador, continuó.
“Si se mete la plaga a todo lo que da aquí a México, que ya es un hecho que nos va a pegar, el Gobierno federal no ha tomado ninguna medida, la solución inmediata era haber cerrado la frontera sur y la presidenta de México dice que no hay manera de cerrarla y si no quiere proteger a sus productores como lo está haciendo Estados Unidos es porque no le interesa”, expresó.
También expuso que el 90% de los productores ganaderos son chicos, los cuales no tienen el recurso para contar con instalaciones para sacrificio de los animales, por lo que el procesamiento de carne no es una opción para ellos.
El ganadero agregó que otra solución para convertir esta problemática sería que se les dé a los estados exportadores la facultad de no dejar pasar ganado por sus territorios.