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ADAM, el anticonceptivo masculino inyectable no hormonal, se trata de un implante de hidrogel con eficacia de hasta dos años, se inyecta en los conductos deferentes para evitar el paso de los espermatozoides al semen y al no requerir intervención quirúrgica, puede degradarse dentro del cuerpo, revirtiendo su efecto.
En la fase 1 del ensayo clínico, el implante demostró bloquear la liberación de esperma durante 24 meses y no hubo problemas de seguridad inesperados, según reportó un comunicado de prensa de la empresa de biotecnología, Contraline, para la fase 2 , se prevé que inicie ensayos en Australia con hasta 50 participantes a finales de este 2025.
Este método anticonceptivo representa una alternativa reversible a la vasectomía y según la empresa Contraline, “busca transformar el panorama de la anticoncepción masculina.”
