Tomado de Excelsior
Amnistía Internacional (AI) manifestó su preocupación por las objeciones de Argentina a proyectos vinculados a género y medio ambiente hechas en una reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA), a un día del comienzo de la Asamblea General del organismo en Asunción.
“Amnistía Internacional manifiesta su preocupación por el posicionamiento regresivo en consensos históricos en materia de género, medio ambiente y defensores de derechos humanos tomado por el Estado argentino en el seno de la Organización de Estados Americanos”, escribió AI en un comunicado.
El reclamo se da un día antes del inicio de la 54° Asamblea General del foro multilateral que tendrá lugar del 26 al 28 de junio, y donde se buscará la aprobación definitiva de estos proyectos en los que Argentina puso en duda su acompañamiento.
El episodio ocurrió en una reunión ordinaria del Consejo Permanente de la OEA el martes pasado en Washington, cuando la representante de Argentina, Sonia Cavallo, objetó proyectos de resolución vinculados a la democracia, los derechos humanos, el medio ambiente y la necesidad de contar con perspectiva de género y étnica en los asuntos abordados por la organización.
“Es urgente que Argentina revea esta postura que derriba acuerdos básicos sostenidos durante los últimos años como lo es el rechazo absoluto a la violencia de género”, sostuvo Mariela Belski, directora ejecutiva de AI.
El encuentro de cancilleres y representantes de países miembros -el último con Luis Almagro como secretario general- tendrá lugar en la sede de la Conmebol y se enfocará en cuatro áreas: la defensa de la democracia, los derechos humanos, la seguridad y el desarrollo.
Belski marcó que el posicionamiento argentino muestra “una preocupante marcha atrás en la política exterior nacional” y que “estos antecedentes se suman al anuncio de la Cancillería de suspender la participación en eventos ligados a la Agenda 2030 de la ONU, un consenso para fortalecer la paz y la justicia suscrita por todos sus Estados miembros en 2015”.
La Agenda 2030 tiene como objetivos el fin de la pobreza, la igualdad de género, la educación, la seguridad alimentaria, el crecimiento económico inclusivo, y el combate urgente al cambio climático y sus efectos, entre otros temas.
Pero el presidente argentino, Javier Milei, es un firme detractor: “No vamos a adherir a la Agenda 2030, no adherimos al marxismo cultural, a la decadencia”, había declarado antes de ser elegido presidente en octubre del año pasado.