En política, el que no se mueve no sale en la foto, es la norma, es la realidad y así ha sido siempre en la historia del hombre, en el sistema político mexicano, la receta la voltearon, para que nuestro sistema funcionara y funcionó por muchos años el movimiento era prohibido, la norma era no moverse para salir en la foto.
La realidad es movimiento, la realidad es acción, la realidad está en la calle y la realidad es la política que se mueve.
Por eso la movilización política significa muchas cosas, más de lo que dice, más de lo que grita, más de las consignas, es en sí la movilización una imagen que proyecta y envía cuando es exitosa un mensaje poderoso a los otros.
¿Para qué nos movilizamos políticamente?, en primer lugar, para mostrarnos, para que los otros sepan de qué estamos hechos, de que se den cuenta del tamaño que tenemos y de lo que somos capaces de hacer.
No es tan importante lo que se dice, lo más importante es lo que se ve, lo que se percibe, lo que los otros pueden descifrar en ese movimiento y en parte también lo que los ciudadanos que se enteren de esa movilización opinen.
En segundo lugar, viene el trabajo posterior a la movilización, lo que se construye, lo que se refuerza, los mensajes y discursos (ahora sí), en los medios, en los grupos, en los comentócratas, en los círculos de los otros, en tocar y hacer pensar y opinar a diferentes grupos sociales que poco no nada tengan que ver con los otros, pero que sí pueden inclinar las cosas a un lado o a otro.
¿Quiénes son los otros?, son el poder y el contrapoder.
La Unión de Usuarios se movilizó en Hermosillo, este sábado pasado y se mostró, lo que se dijo, lo dejo para que otros lo comenten, a mí lo que me interesa es lo que se ve, lo que se observa y lo que provocará en términos de lo que ya he planteado.
En particular sólo me queda decir que hacía algunos años que no veía un movimiento, ya hacía falta un movimiento, es necesario que la política tenga movilización, es sano, para que el poder y el contrapoder no caigan en la inacción.
