La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) reconoció que el agua que se usa para consumo humano en siete municipios ubicados a las orillas del Río Sonora continúa contaminada de plomo y arsénico. Así lo informó el 11 de noviembre en una carta enviada a los Comités de Cuenca Río Sonora (CCRS).
No obstante de que se contaba con la información, proveniente de tres monitoreos realizados durante el año, los datos habían sido negados.
Según la organización Poder, se habían solicitado a la Cofepris en concreto “los datos de nuevos muestreos realizados en 2020, y las autoridades de la misma comisión negaron tener información al respecto”.
La misiva de la Cofepris, enviada a los CCRS, firmada por su titular José Alonso Novelo Baeza, indica que el agua “sigue contaminada masivamente con metales pesados, principalmente arsénico y plomo, y que representa un riesgo a la salud de la población”.
Y a pesar de los riesgos que representa el consumo de esa agua, no hay medidas de prevención sanitaria.
“El agua que tomamos nos está envenenando y las autoridades no hacen nada concreto para evitarlo. La indiferencia de los tres niveles de gobierno es la que nos va a matar”, afirmó el integrante del CCRS, Ramón Miranda.
Para el muestreo del agua realizado en agosto encontró que “89. 28 por ciento de los pozos rebasaba la NOM por concentración de arsénico y 64.28% de plomo”.
Con información de Milenio