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En la NFL, el talento en el emparrillado se traduce no solo en victorias, sino también en contratos espectaculares que convierten a sus protagonistas en verdaderas figuras mediáticas y empresariales. Y es que, año tras año, las cifras se disparan, reflejando la importancia de contar con jugadores capaces de cambiar el rumbo de un partido. Actualmente, la lista de los mejores pagados está encabezada casi exclusivamente por quarterbacks, confirmando la relevancia de esta posición en el futbol americano moderno.
En la cima se encuentra Joe Burrow, mariscal de campo de los Cincinnati Bengals, quien firmó una extensión de contrato por cinco años y 275 millones de dólares, con un promedio anual cercano a los 55 millones. Esta cifra histórica lo convirtió en el jugador mejor pagado de la NFL, recompensa a su calidad, visión de juego y liderazgo, que transformaron a los Bengals en contendientes.
Justo detrás aparece Justin Herbert, el joven talento de Los Angeles Chargers. Su contrato de cinco años asciende a 262.5 millones de dólares, reafirmando la confianza de la franquicia californiana en su capacidad para consolidarse como uno de los quarterbacks más completos y efectivos de la liga.
En la tercera posición se encuentra Lamar Jackson, de los Baltimore Ravens, quien selló un acuerdo por cinco temporadas y 260 millones de dólares. Su estilo dinámico y versatilidad, capaz de generar jugadas tanto por aire como por tierra, lo convierten en una pieza indispensable para el equipo.
La lista continúa con Jalen Hurts, de los Philadelphia Eagles, quien tras llevar a su equipo al Super Bowl firmó por cinco años y 255 millones de dólares. Hurts se consolidó como un líder natural, combinando talento, disciplina y carisma.
No puede faltar el nombre de Patrick Mahomes, el mariscal de campo de los Kansas City Chiefs, cuyo contrato de diez años y 450 millones de dólares sigue siendo el más largo y uno de los más impactantes en la historia del deporte profesional. Aunque su promedio anual es menor que el de Burrow o Herbert, la magnitud del acuerdo refleja la enorme confianza del equipo en su estrella.
Finalmente, aunque la lista la dominan quarterbacks, también destacan otras posiciones. Jugadores como Nick Bosa, ala defensiva de los San Francisco 49ers, firmó una extensión de cinco años y 170 millones de dólares, convirtiéndose en el defensivo mejor pagado.
