Segiagua aplica tecnología a Control de fugas

Nacional

Excelsior

Las fugas no visibles en la red de agua potable de la Ciudad de México serán localizadas por medio de aparatos que detectan el sonido y las vibraciones.

La Secretaría de Gestión Integral del Agua (Segiagua) invirtió 20 millones de pesos en adquirir equipos que detectan el sonido o las vibraciones características de una fuga en una tubería subterránea y cuyo líquido no sale a la superficie, por lo que no se puede detectar con la simple vista.

Las autoridades estiman que, por cada fuga visible existe otra no visible, la cual también debe ser reparada.

Entre el equipamiento adquirido se encuentran 15 geófonos, los cuales detectan la acústica de las fugas.

Una fuga genera vibraciones que se transmiten a través del suelo y el geófono permite ubicarlas, ya que actúa como un micrófono.

La Segiagua creó cuatro cuadrillas equipadas con 15 geófonos que tendrán el objetivo de detectar las fugas invisibles.

El equipo de detección de fugas invisibles a través de sonido y vibraciones se completa con correladores, los cuales detectan las vibraciones y calculan la ubicación de la fuga.

La Segiagua también adquirió cien equipos de prelocalización que detectan el sonido de las fugas y ayudan conseguir una ubicación estimada de las fugas para que las cuadrillas puedan iniciar una búsqueda más detallada.

Cámaras manuales y robotizadas

El equipo para la detección de fugas no visibles se completa con cuatro cámaras de empuje manual, las cuales se introducen dentro de las tuberías y transmiten las imágenes.

Además de cuatro cámaras robotizadas que se introducen en las tuberías y realizan un escaneo de la infraestructura para detectar las fugas, con ello las cuadrillas cuentan con imágenes que ayudan a determinar la magnitud de la falla.

Ya repararon 300 fugas no visibles

Utilizando este nuevo equipo, la Segiagua ya reparó en lo que va de 2025 unas 300 fugas invisibles, superando lo que se hizo sin está tecnología en todo 2024, cuando se repararon unas 200.

Una de las fugas reparadas no visibles ya tenía entre diez y 20 años derramando unos siete litros por segundo, estimaron las autoridades.

Mario Esparza, titular de la Segiagua, explicó que antes de contar con estos equipos las fugas no visibles eran detectadas por estimaciones del personal del entonces Sistema de Aguas de la Ciudad de México.

Las sospechas de que existían fugas no visibles se basaban regularmente en deducciones, porque a los hogares llegaba menos agua de la que se despachaba desde los tanques de almacenamiento.

Esparza indicó que los nuevos equipos ya comenzaron a utilizarse en las alcaldías con más problemas de fugas invisibles, entre ellas Tlalpan.

El titular de la Segiagua dijo que en Tlalpan detectaron con mayor prevalencia que el agua que despachan desde el almacenamiento llega en mucho menos cantidades hasta las viviendas, por lo que comenzaron a realizar registro y encontrar las fugas no visibles.

La jefa de Gobierno, Clara Brugada, indicó que tienen la meta de reparar unas cuatro mil 500 fugas no visibles en 2025, con lo que se recuperarán unos 600 litros por segundo de agua potable, suficiente para abastecer a 180 mil personas.

Esparza agregó que además de recuperar líquido, también se incrementará la presión en las tuberías, lo que permitiría dotar de agua a las zonas más alejadas de la red hidráulica.