EL SOL DE HERMOSILLO._
El Jardín Juárez se convierte en un espacio público en el que se busca promover la convivencia familiar y construir comunidad.
Con una inversión de más de 36 millones de pesos, el Jardín Juárez, al igual que el Parque Madero se convierte en un espacio público en el que se busca promover la convivencia familiar y construir comunidad, declaró Antonio Astiazarán Gutiérrez durante la inauguración del concurrido punto del Centro de Hermosillo, dedicado al benemérito de las Américas después de su remodelación.
“Este es un lugar que ahora está más iluminado, este es un lugar que ahora está más arbolado y este es un lugar también en el que tendremos la oportunidad de tener actividades artísticas, deportivas y culturales para darle vida a este nuevo espacio que tiene nuestra ciudad”, apuntó el presidente municipal de Hermosillo.
Durante la inauguración, el alcalde de la capital sonorense también felicitó a niñas y niños en su celebración por el Día del Niño, por lo que comentó que, además de contar con nuevos espacios de juegos para los infantes en el parque, estos son adaptados para quienes cuentan con alguna discapacidad.
Estamos muy contentos porque este es un lugar como le pasó al Parque Madero, el Jardín Juárez hoy se convierte en un espacio público familiar para todas y para todos, para visitarlo todos los días del año y a todas horasReiteró
Respecto a la inversión de más de 36 millones de pesos destinada a la remodelación del parque de más de 140 años del primer cuadro de la ciudad, destacó que esta fue 100% de recurso municipal.
Agregó que esta cifra se suma a otras inversiones importantes como la realizada en el Parque Madero, El Cárcamo y la que se realiza actualmente en los camellones del bulevar Hidalgo, los cuales forman parte de un esfuerzo para darle un nuevo rostro a la ciudad.
Astiazarán Gutiérrez agradeció al Patronato del Centro Histórico, comerciantes comprometidos con el primer cuadro de la ciudad.
Para finalizar, resaltó que este nuevo espacio compromete a todos, al gobierno para conservarlo limpio, seguro y darle un buen mantenimiento de manera permanente, de tal manera que no se convierta en un “elefante blanco”.
