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El gobierno de Donald Trump implementará nuevas restricciones para ciudadanos canadienses que permanezcan en Estados Unidos por más de 30 días, obligándolos a registrarse ante las autoridades y proporcionar sus huellas dactilares.
De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), esta medida entrará en vigor el 11 de abril y afectará a entre 2.2 y 3.2 millones de personas, principalmente a los llamados «aves migratorias», jubilados canadienses que pasan los meses de invierno en estados del sur como Florida, Texas y Carolina del Sur.
Se estima que alrededor de 900 mil ciudadanos canadienses serán impactados por esta nueva normativa, que forma parte de un endurecimiento en las políticas migratorias del gobierno estadounidense.
