El Sol de Hermosillo
La doctora e investigadora del Colegio de Sonora, Gloria Ciria Valdez consideró lamentable que esas personas enfrenten un éxodo dramático y difícil

Gil Reyes
Los efectos de las primeras decisiones que ha tomado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump ya empezaron a sentirse en Sonora, al ser uno de los principales puntos de la República en los que existen concentraciones de migrantes que se quedaron en espera de haber recibido asilo humanitario.
Y es que al cancelarse las citas dentro del programa CBP One, el cual permite a extranjeros poder ingresar a ese país mediante un mecanismo de asistencia social, cientos de familias ya no se verán beneficiadas, a consecuencia de la política migratoria del mandatario americano.
Sobre este tema, la doctora e investigadora del Colegio de Sonora, Gloria Ciria Valdez Gardea, respondió a El Sol de Hermosillo que es lamentable que esas personas enfrenten un éxodo dramático y difícil, tanto por esas decisiones como por lo que viven de este lado de la frontera en sus travesías.

“Trump tiene una narrativa imperialista y bravucona, cuyo contenido es una mezcla de mitades de verdades y mentiras; hay que tomarlo con cuidado. Los mexicanos deben tomar como experiencia su primer gobierno, ya que deportó familias, encerró a familias y menores en jaulas, implementó el programa ‘Quédate en México’, además del Título 42 que implicaría que México aceptara una cuota mensual de deportaciones”, consideró.
Este escenario incrementará la presión sobre las comunidades y ciudades fronterizas mexicanas, que ya están sobrecargadas, apuntó, debido a la acumulación de migrantes, tanto de otros países como del sur del país, lo cual se traducirá en una mayor necesidad de servicios de salud, vivienda y alimentación, especialmente para los menores, quienes verán dañados sus derechos.
“Hay que ver qué hará el gobierno mexicano al respecto. La estrategia anunciada por la presidenta Claudia Sheinbaum no ha sido muy clara. En Sonora, la situación se complica, ya que en 2024 se destinaron 33 millones de pesos para la atención de personas migrantes, pero ahora se redujo a 19 millones aprobados por el Congreso del Estado, lo que representa una disminución del 41%”, cuestionó.
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El contar con menos dineros para enfrentar el tema limitaría la operatividad, señaló, por lo que se necesitan activar recursos extraordinarios, además de ser un asunto que debe formar parte de la negociación entre las cancillerías, el que se retome el CBP One y los apoyos necesarios para que México mitigue estas políticas.
En los cinco municipios fronterizos, los migrantes están en constante vulnerabilidad, donde otros actores, como el crimen organizado, pueden aprovechar la situación. Es necesario proveer programas claros para apoyar a los migrantes, basados en los derechos humanos, reconociendo que ellos están en territorio nacional.
“Sí o sí, esta crisis debe ser vista con seriedad y perspectiva, porque no todo lo que Trump firmó como órdenes ejecutivas se llevará a cabo completamente. La firma que hizo al tomar posesión, que afirmaba que los niños nacidos de padres sin documentos no obtendrían de inmediato la ciudadanía, no está por encima de la Constitución. Se presentarán amparos y casos que serán tratados en cortes estatales estadounidenses, con alrededor de diez estados con amparos en curso”, expresó.
Al tratarse de un tema complejo, estableció que también las autoridades mexicanas deben tomar la coyuntura como una oportunidad de reflexionar sobre lo que se hace en este lado de la frontera, como es cambiar la política migratoria, basarla en los derechos humanos, al sostener que existen abusos, incoherencia y corrupción en los elementos de corporaciones como la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración (INM) que suelen ser los primeros respondientes a los extranjeros que entran y cruzan el país en busca del sueño americano.