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La infancia es una etapa llena de inocencia, en la que lo único que importa, es pasar el tiempo con los amigos o seres queridos, jugando mucho y preocupándose poco; se dice que los niños pueden ver ciertas formas o colores que los adultos no perciben.
Este es el caso de un ciudadano que prefirió dejar su nombre en anonimato, debido a que lo que vivió ese día, fue verdaderamente ¡escalofriante!
La historia tenebrosa, tuvo lugar en Caborca, uno de los municipios más violentos en Sonora; “como Caborca es muy peligroso, mi abuelo, antes tenía la costumbre de ponerle llave a la puerta principal en eso de las 7:00 p.m., no como para que no salieran, simplemente como para sentirse un poquito más seguro.”
El nieto, narra que cuando su abuelo le ponía llave a la puerta y después de eso escuchaba que alguien la abría, siempre era costumbre de él, desde su cuarto, gritar, “pónganle llave a la puerta”, pero una tarde, ocurrió lo inexplicable.
«Un día andaba un primo, mi hermano y yo, nos juntamos en casa de mi nana a jugar y esas cosas, estábamos jugando en la sala, y yo que era el mayor, les dije que fuéramos a jugar al porchesito a lo que mis primos aceptaron … fuimos y ya tenía llave la puerta, entonces se la quitamos y cuando íbamos saliendo escuchamos a mi abuelo gritando como toda la vida lo había hecho “ey, ¡pónganle llave a la puerta!”»
El nieto relata que en ese momento él tenía 9 años y su abuelo tenía poco más del año de haber fallecido, por lo que no se explican quién fue esa voz que los hizo retroceder y contarle a sus padres lo ocurrido.