En Sonora, operaba en Nogales, San Luis Río Colorado y Agua Prieta, de acuerdo con autoridades
EXCELSIOR
NOGALES.- Ismael El Mayo Zambada tiene sus bastiones para el tráfico de droga, armas y lavado de dinero, en las ciudades fronterizas de Sonora como Nogales, San Luis Río Colorado y Agua Prieta, desde donde traficaba hasta el 40% del fentanilo que ingresa a los Estados Unidos. Por eso, el Departamento de Estado había lanzado la operación Plaza Spike para identificar y detener a sus lugartenientes.
Apenas el pasado martes, Troy A. Miller, alto funcionario que desempeña las funciones del Comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP), había anunciado la ampliación hacia El Paso, Texas, de la Operación Plaza Spike que fue lanzada por las agencias de seguridad y migración en Nogales, Arizona para identificar y detener a los jefes de plaza en Sonora, identificado como Sergio Valenzuela alias Gio, jefe de plaza del Cártel de Sinaloa, quien, de acuerdo con Estados Unidos, es el responsable del 44% del fentanilo que se trafica a su territorio.
En Sonora, las huestes de Ismael Zambada controlan ciudades como Nogales con los Yiyos; San Luis Río Colorado con Los Rusos, brazo armado que controla hasta Mexicali; y Los Paredes, una familia que históricamente ha sido aliada del Cártel de Sinaloa y que operaban para El Mayo en Agua Prieta.
Alejandro N. Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional en Estados Unidos, dijo que en la Operación Plaza Spike participan la Administración para el Control de Drogas (DEA); la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI); esta operación consiste en ponerle nombre y rostro a los jefes de plaza en México, para presionar a las autoridades policiales y militares en México para que los detengan.
En Sonora, Zambada operaba prácticamente impune y sin oposición por parte de otras facciones del Cártel de Sinaloa, que actualmente protagonizan una guerra intestina por la plaza en la región del desierto, entre La Chapiza, sus antiguos aliados Los Salazar y el Cártel de Caborca, de herederos de Rafael Caro Quintero.