POR JUDITH LEÓN / CONECTA ARIZONA
Sonora tiene cuatro pueblos mágicos que puedes visitar durante la temporada vacacional de verano, o ponerlo en tu lista de pendientes para las actividades recreativas de los próximos meses. Si vives en Arizona, puedes visitar de uno en uno cada fin de semana hasta cubrirlos todos.
En México, la categoría de Pueblo Mágico la otorga (desde el año 2001) la Sectur, Secretaría de Turismo federal, a pueblos o localidades con historias, leyendas o que han sido escenarios de hechos trascendentes, y que son una oportunidad para la atracción de turismo local y extranjero.
Los cuatro pueblos mágicos de Sonora son Magdalena de Kino, Ures, San Carlos (localidad de Guaymas) y Álamos. A continuación, te describimos las características de cada uno.
Magdalena de Kino
El Pueblo Mágico que está más cercano a la frontera con Arizona, tomando Nogales como punto de salida, es Magdalena de Kino, está a 98 kilómetros de distancia aproximadamente.
En este sitio que tiene como atractiva la cercanía con escenarios naturales como campos y el río, se encuentran los restos mortales del misionero jesuita Eusebio Francisco Kino.
También es el lugar donde los religiosos católicos rinden culto al también jesuita San Francisco Javier, a quien se le dedican sus fiestas patronales a principios de octubre, y recibe a sus devotos durante todo el año.
Magdalena de Kino está incluido en el catálogo de pueblos mágicos de México desde el año 2012; al visitarlo puedes recorrer sus calles empedradas, caminar por la plaza principal, tomar fotografías, comprar artesanías y disfrutar de los platillos regionales, así como también de la hospitalidad de sus pobladores.
Ures, La olvidada Atenas
El segundo Pueblo Mágico en ruta, saliendo de Arizona rumbo a México es Ures, incluido en el listado de pueblos mágicos desde junio de 2023. Está ubicado a 187 millas de la frontera, circulando por la Carretera México 15, y después por la carretera que conduce a Carbó y Rayón.
Esta población también fue fundada por un misionero jesuita, Francisco Paris. Ures es una de las ciudades más antiguas y conserva en su patrimonio y arquitectura casonas, haciendas, edificios históricos; también se conservan en la Plaza de Armas réplicas de esculturas griegas del siglo XIX. El nombre de “La olvidada Atenas” se debe a que ha sido cuna de artistas de distintas disciplinas como actores, dramaturgos y escritores.
Este Pueblo Mágico es uno de los más recurridos por el turismo de Hermosillo para la degustación de los platillos regionales como tamales de elote y de carne, caldos y guisos con carne con chile y verduras, y de postres como los tradicionales jamoncillos y otros que contienen piloncillo.
San Carlos, Guaymas
San Carlos es un Pueblo Mágico con la playa como su principal atractivo. Está ubicado en el Mar de Cortés y está a alrededor de 300 millas de la frontera de Sonora y Arizona; fue declarado en esta categoría en junio de 2023 -al igual que Ures-.
Las vacaciones en este lugar pueden disfrutarse durante todo el año; puedes realizar caminatas por la playa y acampar, visitar el mirador escénico, navegar por el acuario, visitar el delfinario, pasear en kayak, practicar buceo, subir al Cerro Tetakawi o explorar el Cañón del Nacapule o conocer el Estero el Soldado.
En tu visita a San Carlos también puedes ser probar y disfrutar de la gastronomía sonorense, que incluye platillos preparados con mariscos frescos para todos los gustos; así como también de la vida nocturna.
Álamos, la Ciudad de los Portales
El primer Pueblo Mágico que hubo en Sonora fue Álamos, declarado en el año 2005; se trata de una ciudad colonial ubicada al sur de la entidad, casi en colindancia con el estado de Sinaloa.
Esta población sonorense se encuentra a 413 kilómetros de distancia con la frontera de Estados Unidos, es un sitio tranquilo que conserva la arquitectura de origen barroco diseñada por sus primeros pobladores españoles.
Álamos es sede del Festival Alfonso Ortiz Tirado, FAOT, que se realiza a finales de enero de cada año y es un homenaje al canto lírico, como lo interpretaba su hijo pródigo, cuyo evento internacional lleva su nombre.
Además de la vista desde el mirador de Álamos, encuentras el encanto del lugar colonial, el Museo de María Félix, la visita al mercado municipal, los recorridos guiados por las calles, casas y sus respectivas historias y se puede visitar el Río Cuchujaqui, con especies endémicas y aves migratorias para su observación.