Autor: Angélica Enciso L. / La Jornada
Ciudad de México. Las actividades de la minera Buenavista del Cobre, de Grupo México, en Sonora ocasionan un impacto directo en el agotamiento de los recursos hídricos, como los ríos Bacoachi y Bacanuchi, señaló la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), al advertir que los estudios de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) que determinan que hay disponibilidad en esas cuencas no se basaron en evidencias.
Aatos de la misión satelital Grace (Gravity Recovery and Climate Experiment), los cuales permiten realizar estimaciones relativas a la sobrexplotación de acuíferos, y evidencia recopilada en campo dan cuenta de que los abatimientos de esos ríos se dan más en los sitios próximos a la mina de Cananea, indicó.
El miércoles pasado Grupo México aseguró en un comunicado que la sequía en la zona se debe exclusivamente a la falta de lluvias y que las autoridades han aclarado que no existe relación entre dicha problemática y la actividad minera, lo cual contradice el reciente reporte sobre el estado del almacenamiento del agua subterránea en los acuíferos río Bacoachi y río Bacanuchi, realizado por la Semarnat, el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua y el Instituto de Sonora.
Desde hace dos meses habitantes de la zona impiden el paso de pipas de Grupo México, ya que extraen agua del río Bacoachi para llevarla a la minera, que está en otra cuenca.
El reporte de las autoridades ambientales indicó que los resultados muestran un descenso en el almacenamiento de todos los acuíferos del río Sonora en los últimos 20 años; es de destacar la sobrexplotación de los acuíferos del río Bacoachi y el río Bacanuchi, donde se encuentran las instalaciones del proyecto minero Buenavista del Cobre, precisó el documento.
En el reporte se analizaron los datos de los acuerdos de disponibilidad de agua de 2020 y 2023 de la Conagua publicados en el Diario Oficial de la Federación, en los cuales el río Bacoachi pasó de déficit a disponibilidad, lo cual es contrario a los análisis que muestran un decaimiento del acuífero.
El documento concluyó que “no existe evidencia técnica sólida que justifique el cambio del acuífero 2627 río Bacoachi de ‘déficit’ a ‘disponibilidad’. Aunado a esto y considerando la información existente a la que se puede acceder, no es posible validar que la recarga natural aumente en un acuífero donde crece la extracción, se observa una evolución negativa en el almacenamiento y la tendencia de precipitación disminuye. Es necesario revisar y corregir los criterios y datos utilizados para evaluar la disponibilidad del acuífero, asegurando una gestión sostenible”.
Agregó que la minera ha sido objeto de escrutinio en la última década, debido a las cantidades de agua requeridas para sus operaciones y las acciones que lleva a cabo para suministrar dichos volúmenes, además de generar impactos ambientales que se van extendiendo cada vez más.