¿Por qué casi no llueve en Hermosillo? Especialista explica las razones

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Durante la temporada de lluvias, en la mayor parte del país se registran fuertes precipitaciones, pero pareciera que a Hermosillo le ‘sacan la vuelta’; incluso los fenómenos meteorológicos tampoco impactan en la capital.

Por ello, buscamos la opinión del especialista en temas hídricos, Nicolás Pineda Pablos, de El Colegio de Sonora, quién nos explicó las razones por las que casi no llueve en Hermosillo.

En entrevista para El Sol de Hermosillo explicó que la falta de lluvias en la ciudad obedece a factores naturales que no propician la presencia de nubes, y no por cuestiones relacionadas al calor o asuntos de arborización, como algunos sectores de la población pueden llegar a pensar.

Agregó que el argumento principal de esta problemática es la ubicación del estado y por ende de esta capital, al ser una zona árida, en la franja de los desiertos.

“Estamos en el Paralelo 27, en la franja de desiertos, donde se tiene una inclinación del Sol con respecto a como la tierra se mueve, eso hace que en estas fechas dé mucho Sol. Es una franja de desierto, a la misma altura del desierto del Sahara o de la India, no estamos en los trópicos, estamos por arriba, a diferencia de Mazatlán que ahí es del trópico de cáncer”, abundó Pineda Pablos.

Incluso, aún cuando es temporada de lluvias se suelen presentar chubascos o aguaceros, pero fuertes, es decir, que durante ciertos lapsos se da la caída intensa de agua, pero luego vuelve a prevalecer un entorno seco, lo cual es una tendencia desde hace más de 20 años, cuando se tuvieron importantes precipitaciones.

Temperaturas seguirán aumentando en Hermosillo

Las proyecciones indican que para el año 2050, Hermosillo tendrá una de las temperaturas máximas más elevadas no solo del país, sino del mundo, ya que los registros detallan que constantemente se rompen récords en valores de años o décadas atrás.

Añadió que también la falta de lluvia depende de un fenómeno denominado monzón, que tiene que ver con vientos y bajas presiones, un escenario meramente meteorológico.

“Lo que he estudiado es que tiene que ver con los fenómenos llamados “El Niño” y “La Niña”, cuando el Océano Pacífico está más caliente, tiende a ver más ciclones y tormentas, nos pueden llegar más tormentas a través del monzón. Este 2024 se pronostica que el Niño traiga una sequía muy grande; el año pasado fue la más grande registrada en los últimos 60 años en Sonora”, expuso.

Una muestra de que no ha llovido lo normal es que, en promedio en Sonora se tenían registros de hasta 330 milímetros por año, pero en el 2023 se tuvo apenas arriba de la mitad, es decir 170 milímetros acumulados, lo cual es preocupante por la disposición de agua que existe en las presas y cuencas.