Un paseo familiar que terminó en tragedia al morir dos niños y su tía en Hermosillo

Por La Voz del Pitic Abr9,2024

Información de: El Imparcial

Un viaje para pasar un domingo refrescante en unas albercas, terminó en tragedia tras el choque de dos vehículos en el kilómetro 33 de la carretera Hermosillo a Ures. El saldo es de tres personas muertas, dos hermanitos de 10 y 11 años de edad, y la tía de ambos.

Flor Karina Montijo Villanueva, tía de los pequeños que fallecieron, comentó que ese día su prima Clarissa de Jesús, de 36 años de edad, y sus hijos fueron a visitar a su hermana a Villas del Real.

Contó que los invitó a pasar la tarde en unas albercas en Ures, los niños se emocionaron y aunque a la mamá no le parecía buena idea porque saldrían sin ella, accedió.

“ Los niños (hijos de su prima) alborotaron a mis sobrinos que iban a ir a unas albercas y mi hermana pues no quería, y le decía ‘Leonel no han alistado la mochila, las cosas de la escuela’ y ‘si mamá ya están listas’ y pues sí los dejaron ir, pero dice que ella no quería”, agregó.

De acuerdo al reporte de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) Clarisa de Jesús viajaba en un Tsuru en compañía de seis menores de edad: Tres de ellos de 11 años, dos de 10 años y uno de 12 años de edad.

En el lugar murió la tía de los pequeños, mientras que en el hospital los niños Leonel Tadeo, de 10 años de edad, y Bryssa Margarita, de 11 años de edad, perdieron la vida. Dos hijos de Clarissa de Jesús resultaron lesionados, uno es reportado como grave y la niña estaba consciente.

Cuando los pequeños fueron declarados sin vida, le pidieron al padre de ellos que se encontraba de trabajo en los Estados Unidos que regresara a casa, pero la noticia del deceso se la dieron a conocer hasta que llegó a Hermosillo.

Se vino manejando en su carro y no le quisieron decir nada, yo le dije a mi cuñado ‘tus hijos te amaban mucho’, ‘todavía me aman’ me dice”, relató.

El niño deseaba ser chef y cualquier ocasión la tomaba como excusa para preparar quesadillas para toda la familia.
“Cada ratito aunque ya hubieran comido el niño se ponía hacer quesadillas, ‘¿quieres una tía?, ¿quieres una quesadilla abuela?, ahí nos ponía a darnos quesadilla a todos”, recordó su tía con nostalgia.

A Bryssa le encantaba tomarse videos, bailar y navegar en las redes sociales.

“Le gustaba mucho bailar a la niña, de los cinco chamacos que hay en la casa, era la que bailaba, bailaba bien y a mi hija le estaba enseñando”, recordó.

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