Tomado de Debate
El avance reciente en la creación de un casco de Inteligencia Artificial (IA) representa una innovación prometedora en el ámbito de la comunicación, especialmente para aquellas personas que enfrentan dificultades para hablar debido a afecciones médicas como accidentes cerebrovasculares o parálisis. Este dispositivo también podría allanar el camino para una comunicación más eficaz entre humanos y máquinas.
La clave de este casco de inteligencia artificial radica en su componente principal, conocido como DeWave, una IA entrenada para reconocer patrones en las señales cerebrales que se relacionan con oraciones específicas.
Charles Zhou, miembro del equipo desarrollador, ejemplifica este proceso mencionando que cuando pensamos en palabras como “hola”, nuestro cerebro emite señales particulares.
DeWave aprende a vincular estas señales con palabras específicas al analizar una amplia gama de ejemplos similares. Una vez comprendidas estas señales, el equipo conecta DeWave a un modelo de lenguaje amplio (LLM), similar a la tecnología que impulsa ChatGPT.
Chin-Teng Lin, líder del proyecto y director del Centro GrapheneX, destaca que la interfaz del casco está en desarrollo activo, logrando mejorar la precisión del dispositivo del 40% inicial a más del 60%.
Este sistema se distingue por ser el primero en incorporar técnicas de codificación discreta en el proceso de traducción de señales cerebrales a texto. A diferencia de proyectos como Neuralink de Elon Musk, este casco no requiere cirugía para implantar electrodos ni el uso de una costosa y voluminosa máquina de resonancia magnética.
Esta investigación, liderada por el Centro GrapheneX de la Universidad Tecnológica de Sídney (UTS), involucró a 29 voluntarios que utilizaron un gorro especial mientras leían extractos de texto en silencio. El dispositivo registraba su actividad cerebral mediante un electroencefalograma (EEG), y estas señales eran decodificadas por la IA.
El equipo de científicos australianos logró transformar exitosamente los pensamientos en palabras escritas mediante el casco equipado con sensores y la IA DeWave. Los creadores subrayan la portabilidad, la no invasividad y la relativa asequibilidad de esta tecnología, destacando su potencial para facilitar la comunicación para aquellos con dificultades para hablar.