Ciudad de México, 30 de diciembre (SinEmbargo).- En 2016, el Gobierno de Enrique Peña Nieto adquirió por casi tres mil millones de dólares el TP-01 Boeing Dreamliner 787 para sustituir al anterior avión presidencial; empero, una vez que entró en funciones el actual Presidente Andrés Manuel López Obrador, determinó no usarlo pues tiene en mente venderlo, tal como lo prometió durante su campaña.
En nueve meses, el Gobierno de México desembolsó 597 mil 982 dólares por mantener almacenado al TP-01 en Estados Unidos, lo que se traduce en 11 millones 956 mil 645 pesos. Por mes paga la suma de un millón 328 mil pesos, en un año se estarían erogando casi 16 millones de pesos.
De acuerdo con información que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) proporcionó al diario Reforma, tener guardado el TP-1 representa un gasto similar al que se tendría si se estuviera empleando.
Tan sólo lavar el avión presidencial genera un costo de cinco mil dólares, unos cien mil pesos. Además, es necesario sacarlo eventualmente del hangar para mantenerlo activo, esto cuesta en promedio 67 mil dólares (un millón 300 mil pesos).
Estos gastos se realizarán hasta que llegue un comprador. En el mes de julio, Banobras informó que ya había tres posibles ofertantes, sin embargo, al día de hoy, no se ha consolidado ningún trato.
El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador ha asegurado en diversas ocasiones que las ganancias obtenidas por la venta del avión presidencial servirán para llevar agua potable a la comunidad hidalguense de Zacualtipán de Ángeles, Hidalgo.