Debate
El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) ha puesto en marcha un conjunto de acciones orientadas a corregir rezagos acumulados durante décadas en materia de vivienda.
Bajo la administración actual, encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, se ha priorizado el apoyo a trabajadores de bajos ingresos, así como la regularización de millones de créditos hipotecarios y viviendas abandonadas.
Uno de los ejes centrales de esta estrategia es la atención a más de 4 millones de créditos impagables. Estas hipotecas, otorgadas desde 1987 con esquemas ligados a la inflación, provocaron que los saldos se incrementaran desproporcionadamente.
Así, un préstamo de 250 mil pesos pudo convertirse en una deuda de hasta 2 millones con el paso de los años, incluso si los acreditados mantenían al corriente sus pagos.
Para atender este problema, el Infonavit ha implementado un modelo que congela los saldos y aplica beneficios como quitas de intereses, reducción de mensualidades y condonación parcial de la deuda. Hasta la fecha, 915 mil créditos ya han sido reestructurados.
En julio, otros 495 mil recibirán este apoyo de manera automática, seguidos de más de un millón en el último trimestre del año. Además, se está diseñando un producto para garantizar beneficios similares a otros 1.08 millones de personas.
Otra problemática abordada es la existencia de 843 mil viviendas abandonadas o vandalizadas. Estas propiedades fueron construidas en sexenios pasados en zonas sin servicios básicos ni acceso adecuado a transporte o empleo, lo que llevó al abandono masivo.
A través de un convenio con la Secretaría de Bienestar, Infonavit realizó un censo para conocer la situación actual. Hasta ahora, se han evaluado 168 mil inmuebles.
Los hallazgos indican que 145 mil de estas viviendas están ocupadas irregularmente, mientras que 23 mil están deshabitadas. A diferencia de gestiones anteriores, la actual administración ha descartado los desalojos.
En su lugar, ofrece a los ocupantes la posibilidad de adquirir la vivienda a bajo costo o acceder a esquemas de renta con opción a compra. Las viviendas deshabitadas, por su parte, serán rehabilitadas y asignadas prioritariamente a mujeres jefas de familia, jóvenes y personas con discapacidad.
Infonavit también contempla la situación de los acreditados originales. Si aún desean recuperar su vivienda, se revisará su caso para ofrecer soluciones de reestructuración o reposición con alguna de las más de 25 mil casas que serán reacondicionadas.
Además de estos pilares, el Instituto ha reportado avances adicionales. En cuanto a cancelación de hipotecas, ha liberado 133 mil escrituras de una meta de 333 mil para 2025.
Por otra parte, se han contratado 62 mil nuevas viviendas para trabajadores que perciben entre uno y dos salarios mínimos, con el objetivo de llegar a más de 111 mil en agosto.
También se fortalece el crédito para mejoramiento de vivienda. Este año, la meta es otorgar 250 mil financiamientos que se depositan directamente en las cuentas de los beneficiarios, eliminando intermediarios y prácticas corruptas.
A la par, la situación financiera de la institución ha mejorado, con un fondo de vivienda que creció de 146 mil millones de pesos a 829 mil millones. La recaudación mensual alcanza ahora los 35 mil millones, y la colocación de créditos se ubica en 21,560 mensuales.
En materia de combate a la corrupción, Infonavit ha interpuesto 150 denuncias ante la Fiscalía General de la República y rescindido contratos a 22 empleados por irregularidades.
Con estas medidas, Infonavit busca no solo corregir errores del pasado, sino asegurar que ningún trabajador pierda su hogar por causas derivadas de malas prácticas institucionales. La transformación en marcha responde a un enfoque de justicia social y acceso real a una vivienda digna.