El informe presentado por el presidente Andrés Manuel López Obrador desde Campeche ha pasado, así es ha pasado.
Es posible que sea mejor así, a como era antes, que se hablaba del “Día del Presidente”, incluso se suspendían clases, se daban desfiles, paseos, confeti, vivas, banderas. Se producía una fiesta tan falsa como innecesaria, sin olvidar el infame “besamanos”, acto donde algunos políticos privilegiados, según ese tiempo, eran bendecidos con la oportunidad de acercarse y felicitar al titular del Ejecutivo federal.
Ahora estamos del otro lado, un salón simple, un templete simple, una silla, un micrófono y una persona, un mensaje corto y listo.
Lo que no ha cambiado son los aplausos, en este Quinto Informe apenas unos cuantos asistieron en vivo a escucharlo, pero aplaudieron con ganas, como en el pasado cientos de invitados aplaudían con gran entusiasmo.
Otra cosa que no ha cambiado es el poder, la gran concentración de poder en una sola persona, ahora incluso es mucho mayor que antes.
También antes se dedicaban horas y horas de análisis a lo dicho, a lo que se suponía se había dicho y a lo que se intentaba leer entre líneas, se buscaba descifrar mensajes ocultos en formas sacramentales. Ahora no, hoy es simple, claro y no hace falta interpretar mucho o casi nada. Además de que tampoco despierta gran interés de muchos medios por analizarlo, comentarlo o interpretarlo.
Antes no se escuchaba tanto a un presidente, se sabía de él y de cuando en cuando aparecía en público, daba una entrevista o se mostraba en algún evento, hoy el Presidente está todos los días expuesto a los medios y frente a un micrófono, entonces ya no hay novedad o misterio en el informe, se dice lo que ya se ha dicho días, semanas o meses antes.
¿Es mejor ahora que antes? Ni siquiera creo que sea relevante, más bien lo que debe importar es si las políticas públicas de antes funcionaron y las políticas públicas de ahora funcionan, sin importar mucho la poca o mucha exposición del Presidente, sin ser de mayor importancia si hay o no un día del Presidente, dicho sea de paso, todos los días hoy, son días de Andrés Manuel.