Democracia y debate | Messi provoca lágrimas en los niños

Columnas Opinión de Salvador Ávila

No conozco a Pablo Giralt y él tampoco conoce a quien esto escribe, pero nos hemos encontrado por culpa de Messi, no, no nos encontramos frente a frente, no nos hemos visto y difícilmente lo haremos.

Lo que entiendo, por lo que he leído en su perfil es que él es un experto periodista deportivo, eso nada tiene que ver conmigo, por mi parte yo intento ser conductor en radio, en televisión y me sigo esperando para escribir columnas que tengan un poco de sentido.

Pablo es argentino, yo soy mexicano, pero hay dos cosas, quizá más que nos unen, la primera y puede que la menos importante de las que quiero exponer, es que hay un Messi que nos une, por lo que leo y entiendo ambos admiramos y respetamos a este genio del futbol, lo cual no tiene nada de extraordinario, ¿cómo no hacerlo?, si Messi es el más grande, lo dicen cada uno de los minutos que pasa en el campo, subrayan sus pares, lo enaltecen sus fanáticos y su vida ratifica un día y otro también su grandeza. Pero lo otro, lo que creo es lo más importante, es lo que ha pasado y lo que ha publicado que me provoca emociones difíciles de mantener en silencio, emociones que me han puesto a escribir esto y que tiene que ver con en pequeño, posiblemente su propio hijo.

Pablo ha publicado en sus redes sociales el más puro sentimiento, lo sublime del deporte, la grandeza de un jugador, la explosión más pura de todas las emociones contenidas en las más bellas lágrimas que un pequeño ha derramado en honor a su héroe Lionel Messi. Lo que Pablo nos ha regalado en esas lágrimas de quien supongo es su hijo o una persona cercana a él, es la prueba más contundente de lo que puede provocar Messi en todos, pero en especial en los niños.

Yo no sé casi nada de futbol, pero sé que me gusta ver jugar a Messi, mis hijos en Sonora, Max y Patricio, son más de seguir el beisbol, a los Dodgers particularmente, también les gusta la Fórmula Uno, por Checo Pérez, no son seguidores del futbol, pero sí son seguidores le Lionel, poco sabemos en esta casa de Hermosillo, Sonora, México del deporte de la patada, pero mucho sabemos, admiramos y disfrutamos de Messi, junto con Pablo, su hijo y millones en todo el mundo.

Qué fortuna tiene ahora la MLS de contar en sus filas con Lionel, que afortunada la afición en Miami, pero qué privilegios tienen ahora en el Inter de Miami, que en sólo unos minutos disfrutaron de lo más bello, de lo más hermoso, del genio máximo del futbol, que es Messi, que con un bello gol de tiro libre, arrancó lágrimas felices del pequeño hijo de Pablo y seguramente de miles y miles en cada rincón del planeta.

El futbol es complejo, está lleno de múltiples variables que nos mueven a la reflexión, al enojo, al análisis, es sin duda un gran fenómeno social. Pero cuando pasan cosas como las que Messi y Pablo nos han regalado, que toman la forma de lágrimas infantiles, es cuando todo tiene sentido, cuando todo vale la pena y cuando nos abraza el futbol, con nombre de Messi y con lágrimas infantiles.

Gracias Pablo por el video.