Agencia Reforma
Cuando el Gobernador Enrique Alfaro anunció el 12 de julio que pausarían las atenciones a los reportes anónimos sobre fosas clandestinas para revisar los protocolos, las reacciones de los colectivos fueron diversas, aunque todos coincidieron en algo: la atención en realidad es escasa y cada quien se conduce como puede.
Otra coincidencia entre los grupos es en el cómo inicia una búsqueda: todo es con llamadas o mensajes anónimos, pues llegan decenas por mes. Lo que hace cada grupo con esa información es lo que varía.
La cautela
Ivonne Gutiérrez, del Colectivo Buscando Corazones en Jalisco, recibe los mensajes usualmente en la página de Facebook del grupo. Sus protocolos consisten en acudir por su cuenta al punto varias veces y detectar movimientos irregulares o que podrían significar un riesgo.
“Llevo un mes, 15 días, checando un punto que me llegó anónimamente para descartar yo que hay peligro”, comentó quien busca a su sobrina Karey Lucrecia Franco, desaparecida en 2020 y por quien espera dictámenes para confirmar si corresponden a ella unos restos hallados en una de sus búsquedas.
En ocasiones ha acudido por su cuenta con grupos reducidos a un punto, como sucedió en una búsqueda en Tequila a finales de junio, en la que esperaron por horas a policías municipales y ministeriales.
Las buscadoras se fueron decepcionadas porque no se amplió la búsqueda; las autoridades sólo recogieron los indicios en superficie.
“Bien lo sabemos todos, si los familiares de nuestros desaparecidos realizamos las búsquedas es por lo mismo, porque el Gobierno no nos apoya”, expuso.
La urgencia
Con mayor premura actúan las Madres Buscadoras de Sonora y de Jalisco: aunque avisan a las autoridades de sus búsquedas no esperan a que lleguen peritos ni investigadores, como se ha visto en las fosas que localizan; la más reciente se halló apenas a principios de julio en la zona de San Lucas Evangelista.
A esa fosa llegaron sin acompañamiento de oficiales. Ellas conocen el riesgo y lo corren porque no ven resultados en la búsqueda de sus parientes y saben que es una batalla a contrarreloj.
“Si crees que corremos peligro, Enrique Alfaro Ramírez, danos la protección que merecemos por hacer tu trabajo”, fue el mensaje de Madres Buscadoras de Jalisco tras conocer el anuncio del Mandatario.
La burocracia
Tras un reporte anónimo, el Colectivo Luz de Esperanza prefiere analizar el punto en compañía de la autoridad. Siempre les notifican sobre un posible punto de inhumación. Saben que es tardado, pero consideran que es más seguro.
“Si es un punto abierto, la Comisión de Búsqueda nos da fecha y hora para ir; sí vamos acompañados, incluso hasta de Guardia Nacional, dependiendo de la peligrosidad de la zona.
“Por lo general, para evitar este tipo de situaciones nosotros no vamos si no es con acompañamiento de la autoridad, es un poco complicado porque es un tema burocrático, tardado”, dijo Héctor Flores, secretario del grupo.
Fundej o Por Amor a Ellxs surgieron hace más de 10 años como los primeros colectivos cuando las desapariciones en Jalisco despuntaban, pero en la medida que la crisis creció, los grupos se fueron multiplicando, igual que sus labores.
Cerca de 2018 los grupos comenzaron a acudir a las fosas que se procesaban para ver las labores de la Fiscalía y peritos; después comenzaron a capacitarse y, desde 2020, amagaron con acudir por su cuenta a buscar si no los atendían. En 2021 fue cada vez más frecuente ver a grupos excavar.
Perder el miedo
La llegada a Jalisco de las Madres Buscadoras de Sonora en febrero de 2022 para capacitar y organizar búsquedas le hizo perder el miedo a muchos grupos de acudir a predios con sus herramientas y, en ocasiones, sin el acompañamiento de la autoridad.
“Sabemos a lo que nos arriesgamos, a lo que nos exponemos, pero siempre es por amor a nuestros desaparecidos, porque no podemos parar de buscarlos”, estimó Ceci Flores, líder de Madres Buscadoras de Sonora.
“Que se pongan a trabajar (la Fiscalía), es lo que deberían de hacer, en lugar de parar, que se pongan a hacer investigación, si no quieren hacer búsquedas, mínimo que hagan investigación y que le den información a las familias”, agregó.
En ese mismo sentido se pronunció Héctor Flores, quien aseguró que si los colectivos atienden reportes anónimos, es porque las investigaciones no funcionan. La propia Fiscalía lo tiene claro, dijo.
“Mediante una llamada anónima esa es la manera en que se han estado recuperando cuerpos, puesto que hay cero investigación en vida.
“No se recuperan a las personas con vida en el Estado de Jalisco y la misma Fiscalía sólo está en espera de que los colectivos pasen los puntos para localizar los restos de nuestros familiares”, lamentó.
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