Tomado de: TRT WORLD
Tesla de Elon Musk anuncia una planta de producción en Monterrey, ya que la nación latinoamericana con una reserva estimada de 1,7 millones de toneladas de metal ligero refuerza el control sobre su minería.
México experimentó dos desarrollos casi simultáneos el mes pasado.
Primero, el presidente Andrés Manuel López Obrador entregó la responsabilidad de las reservas de litio del país al Ministerio de Energía, reforzando el control estatal sobre el metal que alimenta las baterías recargables de los vehículos eléctricos.
Días después, el propietario de Tesla, Elon Musk, anunció una “giga fábrica” en la ciudad de Monterrey, en el norte de México, para producir los vehículos eléctricos más vendidos de la compañía.
En un país con reservas estimadas de litio de alrededor de 1,7 millones de toneladas, México está presionando para mantener el control sobre sus recursos mientras atrae inversiones privadas en el lucrativo sector.
En abril pasado, el presidente mexicano, conocido popularmente por el acrónimo AMLO, anunció la decisión de su gobierno de nacionalizar el litio, allanando el camino para fundar LitioMx, una empresa estatal que controlará la extracción y comercialización del metal ligero.
Dijo que México estaba implementando las medidas para que los depósitos de litio “no puedan ser explotados por extranjeros, ni de Rusia, China ni de Estados Unidos”.
En 2020, la industria del litio de América Latina alcanzó el 29,5 por ciento de la producción mundial. Se estima que el “Triángulo del Litio”, compuesto por Argentina, Bolivia y Chile, contiene el 50 por ciento de los depósitos de litio del mundo.
Isidro Téllez Ramírez, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, dice que sus depósitos “colocan a México entre los diez países con potencial para producir litio en los próximos años”.
José Arturo Barbosa Moreno, investigador e ingeniero del Campus Tecnológico Nacional en Ciudad Madero, Tamaulipas, dice que el litio mexicano se encuentra en la arcilla, mientras que en otros lugares, se extrae de la salmuera o se mezcla con “diversos minerales”. El litio en la arcilla carece de una “manera eficiente” de explotarlo, ya que un método generalmente requiere agua y productos químicos significativos.
Sin embargo, varias empresas extranjeras ya tienen una huella en el país.
Ganfeng Lithium Co, un productor chino de baterías y minería de litio, tiene el proyecto más avanzado en Sonora, donde se concentran los depósitos de metal. Rockland Resources Ltd, una empresa con sede en Canadá, tiene otro proyecto llamado ‘Elektra’ en la misma región.
Advance Lithium Corp y Silver Valley Metals Corp, ambas compañías de exploración con sede en Canadá, tienen proyectos en los estados de Zacatecas y San Luis Potosí, según un informe publicado en febrero por Alerta Minera Canadá y la red de personas afectadas por la minería de México (REMA).
En total, hay alrededor de una docena de empresas extranjeras con concesiones mineras activas para el litio.
Se proyecta que la demanda del metal aumentará 40 veces en las próximas dos décadas a medida que el mundo avanza hacia los objetivos climáticos del Acuerdo de París para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para que el aumento de la temperatura se mantenga “muy por debajo” de 2.0 grados centígrados este siglo.
A nivel mundial, China está liderando el camino, produciendo tres cuartas partes de todas las baterías de iones de litio y más de la mitad de litio, cobalto y grafito.
Un informe sugiere que el gobierno podría recurrir al uso potencial de “expropiaciones” como palanca en las negociaciones.
Ganfeng Lithium Co tiene nueve concesiones otorgadas entre 2010-2015, y algunas se extenderán hasta 2065.
Sin embargo, Téllez Ramírez espera que se respeten las concesiones otorgadas antes de 2018 a Ganfeng Lithium Co, sugiriendo que la reforma no implicó una “expropiación”.
La pérdida de “hegemonía” de Estados Unidos frente a China en medio de la disputa geopolítica ha llevado a los productores de litio a establecerse en toda América Latina para satisfacer la demanda de la industria de automóviles eléctricos de Estados Unidos, lo que según Téllez Ramírez ha permitido a México posicionarse como “un productor potencial”.
Con la minería bajo la dirección del Estado para impulsar el desarrollo económico de México, Téllez Ramírez argumenta que el gobierno de AMLO una vez más está buscando aprovechar la “deslocalización”.
Sin embargo, argumenta que el litio no fue nacionalizado el año pasado, ya que la constitución de México ya estipula que los minerales encontrados en el subsuelo del país pertenecen al país, mientras que el Estado ya ha otorgado concesiones a las partes interesadas, tanto mexicanas como extranjeras.
Téllez Ramírez sugiere que el impulso de litio de México no se puede entender sin tener en cuenta el cambio de política de AMLO en la minería.
Entre 1982-2018, el sector recibió múltiples beneficios de “la declaración de la minería como actividad preferencial sobre cualquier otra (excepto la explotación de hidrocarburos); la eliminación de cualquier límite geográfico a las concesiones mineras; la vigencia de las concesiones mineras por 50 años con posibilidad de renovación por el mismo período y pagando una tarifa que no exceda de 7 dólares; la facilidad para repatriar las ganancias obtenidas por empresas extranjeras sin ningún impuesto, especialmente las provenientes de los países signatarios del T-MEC”.
“El gobierno actual no eliminó estos beneficios, sino que sólo prohibió la adjudicación de nuevas concesiones mineras, considerando que había sido un exceso de administraciones pasadas (entre el 13 y el 18 por ciento del territorio continental de México)”, agrega.
Moreno espera que los acontecimientos recientes ayuden a México a ser más independiente.
Dice que el 70 por ciento de los minerales de México son operados por compañías extranjeras, argumentando que ha tenido un impacto económico perjudicial en el país.
“Al igual que muchos países latinoamericanos, México ha permitido que las empresas extranjeras dominen muchos mercados, lo cual es malo para el país ya que es difícil ser autosuficiente, a pesar de tener nuestros propios recursos naturales”, dice Moreno.
Sin embargo, con la sequía afectando a la región, existen preocupaciones ambientales a pesar de numerosas leyes, regulaciones y compromisos.
“En cuanto a la minería, como cualquier otro proceso, si no se realiza de manera eficiente, puede traer consecuencias ambientales, pero el hecho de que una empresa extranjera realice la minería no garantiza que estas consecuencias no existan”, argumenta Moreno.
Ramírez dice que “la minería es una de las actividades menos reguladas en términos ambientales”, subrayando el derrame del río Sonora, que ha sido llamado el “peor desastre ambiental en la historia de la minería en México”.
En 2014, 40 millones de litros de material tóxico de lixiviación y metales pesados de una mina de cobre se derramaron en los ríos Bacanuchi y Sonora en el norte de México, viajando 160 millas e impactando a 25,000 personas.
Alerta Minera Canadá y REMA señalan implicaciones para los recursos hídricos, con el 47 por ciento de los proyectos alrededor de acuíferos experimentando un déficit de agua.
“Se estima que por cada tonelada de sales de litio se evaporan 2 millones de litros de agua, además de que es una actividad que requiere más de 2.000 toneladas de químicos para procesar el metal”, explica Téllez Ramírez.
Alerta Minera Canadá y REMA señalan numerosos impactos negativos de la minería, que argumentan que se producen “a expensas de los territorios (agua, tierra, biodiversidad y cultura) y las vidas de las comunidades” y sugieren que la transición de la energía verde contribuye invariablemente “a las falsas soluciones que el capitalismo proporciona a la crisis socioecológica y económica que estamos experimentando”.
Sin embargo, AMLO ha dicho que Tesla ayudará con “una serie de compromisos para abordar el problema de la escasez de agua”.
https://www.trtworld.com/magazine/mexico-taps-into-lithium-to-power-foreign-investments-66319