Tomado de: Bnamericas
Las mineras en México mantendrán la cautela ante potenciales oportunidades en el sector estatal del litio debido a la incertidumbre política y geológica y la falta de claridad sobre cómo operará la empresa pública del litio LitioMx.
Sin embargo, los acuerdos se volverán más atractivos a medida que surjan más detalles de la relación de LitioMx con el sector privado en los años venideros y que las elecciones de 2024 configuren el contexto político para el próximo sexenio.
PROCESO DE NACIONALIZACIÓN
México busca labrarse un papel como proveedor clave para el creciente mercado mundial de litio y captar los máximos beneficios para los ciudadanos ante el auge de la demanda del metal para baterías que obedecerá en gran medida al uso de vehículos eléctricos.
En un primer paso en este proceso, el presidente Andrés Manuel López Obrador nacionalizó la exploración, extracción y procesamiento de litio en abril, pero ha dicho que se respetarán las concesiones vigentes siempre que se determine que los contratos están en orden tras una revisión.
Actualmente, México no produce litio, pero esto podría cambiar si la firma china Ganfeng Lithium sigue adelante con su proyecto de US$420 millones Sonora (en la imagen), el único activo de litio avanzado y de gran tamaño del país.
Según las últimas estimaciones, su producción partirá en el segundo semestre de 2024.
En un segundo paso, México creó LitioMx por decreto presidencial el mes pasado. La compañía administrará la exploración, extracción, procesamiento y uso del litio y sus cadenas de valor.
La empresa, bajo el control de la Secretaría de Energía, debiera comenzar a operar dentro de los 180 días posteriores a la publicación del decreto, el 23 de agosto.
PAPEL DEL SECTOR PRIVADO
Si bien AMLO había apuntado a que el Estado tenga el pleno al control de la minería del litio, ahora ha aceptado que el sector privado desempeñe un papel.
“Es público-privada, no nos alcanzaría para que fuese solo pública, se requiere de bastante inversión”, indicó el presidente este mientras. El mismo decreto confirmó que LitioMx podrá asociarse con otras entidades públicas y privadas.
El mensaje para el sector privado ha sido mixto.
“La nacionalización de la explotación del litio ha generado numerosas preocupaciones para el sector privado y para las mineras en particular”, dijo Alejandra Soto, directora asociada de la consultora británica Control Risks en Ciudad de México, en conversación con BNamericas.
“Sin embargo, la falta de tecnología, conocimientos y fondos del Gobierno Federal para cumplir metas ambiciosas en la minería del litio en el corto y mediano plazo ha redundado en una retórica cada vez más moderada por parte de AMLO, quien hace poco se refirió a las grandes oportunidades para el sector privado”, comentó.
Si bien la naturaleza de esas oportunidades aún no está clara, es probable que sean amplias, según la analista. “El alcance de las oportunidades para las empresas privadas se aclarará más a medida que los planes para (…) LitioMx tomen forma y se vuelvan más tangibles, pero el gobierno buscaría la participación de privados para todas las fases de la minería del litio: producción, transformación y distribución”.
Las compañías del sector automotor o relacionadas con esta industria también se beneficiarán, ya que AMLO ha expresado su interés en impulsarla a través del suministro local de litio.
FACTOR DE RIESGO
Si bien los detalles sobre la naturaleza de las oportunidades para las empresas privadas siguen siendo escasos, ya están claras algunas áreas de potencial riesgo.
Los acuerdos público-privados en otros sectores dejan entrever que el gobierno podría colocar demasiada carga sobre las compañías mientras trata de retener la mayor parte de los beneficios.
“Como ha sucedido con los paquetes de infraestructura público-privada que la administración de AMLO ha anunciado en los últimos dos años, es probable que las firmas privadas se lleven la mayor parte del peso de sacar adelante los proyectos de litio dada la mencionada falta de tecnología, conocimientos y fondos del Gobierno Federal”, indicó Soto. “Sin embargo, puede que el gobierno busque beneficiarse de estos proyectos de una manera que las empresas privadas consideren injusta”.
También indicó que este riesgo podría evitarse si los términos de cualquier participación conjunta estuvieran completamente claros desde el principio, pero los proyectos en otros sectores, como el del petróleo y el gas, han sentado precedentes preocupantes.
El resultado será una falta de inversión en un futuro próximo.
“Este tipo de incertidumbre disuadiría a las compañías de participar en tales emprendimientos en el corto plazo”, anticipa Soto. “Esto será particularmente cierto a medida que se acerquen las elecciones presidenciales de 2024 y el inminente cambio presidencial”.
POSTURA CAUTELOSA
La atracción que generen las potenciales oportunidades de colaborar con LitioMx dependerá de la aversión al riesgo de las empresas.
Otra potencial desventaja surge del hecho de que los proyectos de litio más grandes en México, como Sonora, son depósitos de arcilla, que son más costosos de procesar en comparación con sus equivalentes de salmueras, que poseen los líderes latinoamericanos del litio, Chile y Argentina, así como Bolivia, o los depósitos de roca dura de Australia.
“Dada la incertidumbre regulatoria y administrativa actual y la dificultad para explotar los depósitos de litio más grandes de México, (…) la inversión privada sería cautelosa”, anticipa Soto.
Sin embargo, las perspectivas para el futuro podrían ser más prometedoras.
“Las oportunidades en la minería del litio probablemente se volverán más atractivas a medida que LitioMx se consolide, sus planes se vuelvan más claros y tras las elecciones presidenciales de 2024, ya que los proyectos de litio comenzarán a prosperar durante el próximo período presidencial”, agregó.
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