Ciudad de México.- Las curvas de una modelo hermosillense de talla extra han conquistado la capital de México, con su belleza y su sonrisa llegaron a la industria del modelaje para enviar un mensaje a la sociedad sobre el trabajo de las mujeres que llevan unos kilos demás y participan en campañas para representar una marca.
Con tan solo 27 años de edad, Ana Carvajal se dedica de tiempo completo al modelaje desde hace cinco años, es originaria de Hermosillo, Sonora y actualmente reside en la Ciudad de México. Estudia la licenciatura en Psicología, la cual está a punto de concluir para convertirse en una profesional de la salud mental.
Para Ana ser modelo no era su mayor sueño, sin embargo, por las casualidades de la vida se le dio la oportunidad de conocer acerca del trabajo que conlleva representar marcas, participar en desfiles y ser la imagen oficial de productos y campañas.
“Un día estaba en un centro comercial y un fotógrafo me dijo que debería de ser modelo de tallas extras y debería hacer el casting, pero jamás asocié mi imagen con una modelo, me cuestionaba sobre mi cuerpo y cara, pero él me mostró una foto y fue ahí donde tuve mi primer contacto con esa publicad”, explicó.
Al tiempo, Ana comenzó a buscar información respecto al tema, el cual le daba esperanzas para seguir investigando hasta que finalmente se animó y decidió hacer un casting en la Ciudad de México, donde el miedo y los nervios no fueron impedimento para iniciar con una nueva aventura.
“Cuando me eligieron no lo podía creer, me sentí muy feliz, la verdad uno empieza desde abajo, con el trabajo chiquito que lo ve el cliente, la marca y el comprador, pero poco a poco vas conociendo más, me di cuenta que no tienes que ser perfecta para ser bonita”, mencionó.
La primera impresión para hacer su trabajo de una mejor manera fue trabajar la aceptación, pues Ana nunca imaginó que estaría representando a Hermosillo y México a nivel mundial, haciendo el trabajo de modelaje.
“Aún recuerdo la sensación de la primera vez, se siente bonito recordar lo hermoso que sentí al hacer mis primeros trabajos, fue algo bonito porque no fue al inicio de todo, tardé un poco de tiempo para empezar a trabajar y realmente sentirme bien al pensar que alguien me quería por mi cuerpo y no haya sido rechazado, como había sentido durante mucho tiempo”, compartió.
Ha participado en la gran mayoría de los desfiles de talla extra de México, también ha colaborado con empresas internacionales como Estados Unidos, Chile, Bélgica entre las que ellas Urban Decay, Levi’s, Holy Beauty, entre otros.
“En algún momento llegué a pensar que no era suficiente pero el cambiar la mentalidad es un proceso muy largo que me tocó llevar como el amor propio, lo más difícil fue aceptar que no tenía que lucir como alguien más sino como yo misma, estar segura y hacer el trabajo con el corazón”, manifestó.
Su trabajo consta de fomentar el amor en cada persona, no trata de fomentar la obesidad o malos hábitos, como ayudar a las personas a amarse a sí mismo, amar sus cuerpos y respetar la manera de pensar de los demás.
“Disfruto mucho mi trabajo desde ir a un llamado para ser la imagen hasta ver lo que hay detrás de cámaras, como es la producción, cómo es la industria en México para fomentar la diversidad y brindar un mensaje, estoy doblemente bendecida por esta oportunidad”, señaló.
Con información de El Sol de Hermosillo
