“No vaya a ser que haya un interés de otro tipo. Puede ser un interés político, puede ser un interés de apoyar a algunas empresas frente a otras, incluso estadounidenses. México no es piñata de nadie”, advirtió.
La Presidenta recordó que el país ha mantenido una relación de respeto y cooperación con el gobierno de Estados Unidos, incluyendo al presidente Donald Trump, y afirmó que las diferencias deben resolverse mediante el diálogo.
“Hasta ahora hemos logrado un respeto muy grande de distintas instituciones del gobierno de los Estados Unidos, incluida la presidencia. El sábado tuvimos una llamada muy buena, en la que se confirmó que no se impondrán los aranceles que se habían anunciado para el 1 de noviembre. Seguimos trabajando coordinadamente”, puntualizó.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo informó que el próximo viernes se reunirá con las tres principales aerolíneas nacionales —Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus— para conocer su postura y acordar una estrategia conjunta frente a las restricciones impuestas por el gobierno estadounidense.
Explicó que, hasta el momento, la medida del USDOT afecta únicamente a los nuevos vuelos programados, y no a las operaciones actuales entre México y Estados Unidos.
“Hasta ahora son los nuevos vuelos. Por ejemplo, hoy entraba en operación uno que ya estaba acordado desde el AIFA hacia ciudades de Estados Unidos. Lo que están planteando es que los nuevos vuelos no operen y quieren poner otras sanciones más adelante”, detalló, aunque dijo que revisará la cancelación del Departamento del Transporte.
De acuerdo con el comunicado del Departamento de Transporte estadounidense, la decisión se basa en dos argumentos principales, el decreto del presidente López Obrador que trasladó la carga aérea del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) al AIFA, y la distribución de los “slots” (horarios de despegue y aterrizaje) en el AICM.
Sin embargo, la Presidenta aseguró que ambas cuestiones ya fueron respondidas de manera formal y oportuna por el Gobierno de México, y que la medida estadounidense carece de fundamento.
“La decisión de llevar la carga al AIFA fue una decisión soberana, que tiene que ver con protección civil y seguridad aérea. El AICM estaba saturado, lo que ponía en riesgo a los pasajeros. Todas las empresas que se trasladaron al AIFA están satisfechas: tienen más espacio, más seguridad y mejores condiciones operativas”, afirmó.
Sheinbaum añadió que incluso las empresas estadounidenses que operan carga en el AIFA han expresado su conformidad con las condiciones del aeropuerto.
La Presidenta adelantó que el gobierno mexicano solicitará que el tema sea revisado de manera conjunta y con base en criterios técnicos, no políticos.
Además, instruyó a Andrea Marván, titular de la Comisión Nacional de Competencia Económica—antes Cofece—, para que elabore un análisis sobre si la decisión del Departamento de Transporte estadounidense podría estar afectando la competencia entre aerolíneas.
“Le pedí a Andrea Marván que hiciera un análisis para soportar los argumentos de que supuestamente se está violentando la competencia de las aerolíneas estadounidenses. Desde nuestra perspectiva, no hay ninguna afectación. Lo decimos con toda certeza: México no es piñata de nadie”, reiteró.

 
	 
						 
						