Roberto Labrada, da voz con su interpretación de señas

Sonora

El Sol de Hermosillo 

Desde hace aproximadamente 6 años, Roberto Labrada Rivera, de 30 años, se dedica a ser intérprete de Lengua de Señas Mexicana (LSM), motivado por distintas causas a formar parte de esta actividad relató que, a pesar de estudiar para ser docente, nunca imaginó que se dedicaría a este trabajo.

Hace aproximadamente un año y medio Roberto se encontraba trabajando como interprete educativo en la Secundaria 33, y actualmente realiza esta misma actividad en el primer semestre del programa académico de Administración de Empresas en la Universidad Estatal de Sonora (UES).

En entrevista para El Sol de Hermosillo, recordó que aprendió LSM hace 9 años, empezando a estudiar en los cursos sabatinos de la Universidad de Sonora (Unison), esto tras tomar un taller de liderazgo incluyente en la Ciudad de México, aunado a esto, por ese tiempo también comenzó a ir a misa con la pastoral de sordos del Padre Martín Peralta, donde logró hacerse de muchas amistades.

“Siempre fue mi sueño ser maestro, pero tengo un amigo, Jesús Enrique, él me fue metiendo un poquito en este rollo de la interpretación, me decía que tenía una plática con un grupo en algún lugar y me decía que si podía interpretar”, recordó.

“Empecé un poco a meterme en la interpretación, siento que empecé a agarrar un poco de nivel cuando él entró a estudiar lingüística en la Universidad de Sonora (Unison) y no tenía intérprete para las clases, me pidió que si yo quería ser el interprete y entré con él de lunes a viernes, en todas las clases y creo que ahí fue un poquito donde empecé a ‘agarrar callo’ como dicen”, continuó.

Un trabajo que no es fácil

Expresó que esta profesión le ha dejado “mucho trabajo, gracias a Dios”, ya que son pocas las personas que se dedican a ello, sin embargo, las dificultades de esta labor le han abierto mucho los ojos a las necesidades de las personas sordas en un gran número de contextos como el médico, educativo, legislativo, laboral y social, entre muchos otros.

En el tema educativo, apuntó que siendo esta su área, se cuenta con problemáticas como la falta de material en lengua de señas, por lo que los alumnos a los que él ayuda directamente tienen que aprender directamente del español, que no es su idioma materno.

“En los libros de texto a lo mejor de primaria vienen (en LSM) los días de la semana, el abecedario, pero eso no es suficiente para que un niños sordos aprenda”, señaló.

Debido a lo anterior, Roberto está involucrado en “Señas del Desierto”, proyecto que surgió con la intención de crear material con temas educativos, cuyo primer canal de comunicación sea la LSM.

Para finalizar, indicó que, a futuro tienen el objetivo que este proyecto se convierta en una asociación, esto con la finalidad de buscar recursos para elaborar con una mayor calidad y profesionalismo este tipo de material educativo e involucrando a más personas.

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