El Sol de Hermosillo
Los Ostioneros de Guaymas fue uno de los 4 equipos fundadores de la Liga de la Costa del Pacifico, hoy conocida como Liga Mexicana del Pacifico, teniendo como casa el estadio Gral. Abelardo L. Rodríguez y consiguieron 5 títulos en las temporadas 1959, 1960, 1963, 1965 y 1968, un equipo histórico que acabó por desaparecer en 1991.
De aquella escuadra histórica que puso en el mapa durante esas décadas de los 50s y 60s al Puerto de Guaymas, sobresalía la figura en la tercera base de un jugador de época, originario de ese misma sede, que triunfó con aquellos , pero también en diferentes escuadras de la liga invernal, y en la liga veraniega, siendo estrella de varios equipos importantes, sobre todo con los Sultanes de Monterrey.
Se trata de Alfredo “Yaqui” Ríos, quien había nacido el 24 de agosto de 1937 en Guaymas, Sonora y cuando todavía era un jugador amateur fue seleccionado primero para la representación de Sonora y luego para la mexicana, dando en ese momento el salto al profesionalismo y de inmediato se convirtió en una estrella en nuestro país.
Desde el Puerto de Guaymas
“Desde Guaymas, Sonora nació un jugador que marcó época en el beisbol mexicano Alfredo ‘Yaqui’ Ríos, un antesalista de excelencia, tanto a la defensiva como a la ofensiva. Su historia comenzó en 1953, cuando representando a su estado se coronó campeón nacional en Hermosillo y ese mismo año con la Selección de México en el Mundial de Caracas, impuso un récord impresionante de 51 lances sin error”, dice la publicación de El Barco Mayo.
El video de Tik Tok narra algunos de los logros más importantes del beisbolista sonorense, quien también tuvo su etapa como manager de diferentes escuadras del beisbol mexicano donde estuvo al frente de Acereros del Norte en 1986, 1987 y 1989, Unión Laguna en 1988, Rieleros de Aguascalientes en 1991 y Saraperos de Saltillo en 1992 y 1993.
“Debutó en la Liga Mexicana con los Sultanes de Monterrey, equipo al que defendió durante 12 temporadas, siendo clave en el título de 1962 junto a una novena histórica, donde compartió cuadro con Jaime Corella, Héctor Espino, Vinicio García y Rigoberto Mena. También vistió las franelas de Diablos Rojos, Torreón y Tigres capitalinos”, este último equipo con el que finalmente se retiró.
Las estadísticas que dejó hablan muy bien de lo que significaba en las dos fases del juego, en la ofensiva y en la defensiva, ya que en la Liga Mexicana de Beisbol disputó 1,261 juegos con promedio de 2.94 de por vida, con 1,437 hits y 186 dobles, un bate confiable que en 5 temporadas superó la barrera de los .300, un promedio muy bueno.
“En invierno brilló todavía más, debutó con los Venados de Mazatlán en 1954, siendo novato del año, luego jugó con Yaquis de Obregón y Cañeros de Los Mochis, pero su corazón siempre estuvo con los Ostioneros de Guaymas, donde ganó 5 campeonatos, además conquistó otro título con los Yaquis en 1966”.
Le apodaron “Yaqui”, porque de niño se hacía acompañar de varios niños pertenecientes al pueblo indígena yaqui, quien siempre se mostró orgulloso de su tierra natal, originario del barrio de Punta de Arena de Guaymas y prefirió jugar en México en definitiva, por una mala experiencia que tuvo en su primer intento de jugar en Estados Unidos.
“Fue líder de imparables durante 5 temporadas en la Liga Invernal de Sonora y en dos ocasiones fue líder en dobles, un jugador que dejó huella tanto en verano como en invierno, Alfredo “el “Yaqui” Ríos ingresó al Salón de la Fama del Beisbol Mexicano en el año 1990 y hasta hoy es recordado como uno de los más grandes antesalistas en la historia de nuestro beisbol”, finalizó el video.
El “Yaqui” Ríos tenía madera para Grandes Ligas definitivamente y cuando tenía 22 años, fue firmado por los Senadores de Washington, quienes lo enviaron a su sucursal de Corpus Christi, en Texas, pero alguna vez declaró: “Los güeros eran muy desgraciados y me trataron mal, como lo hacían con cualquier mexicano, negro o asiático”. Como a muchos otros peloteros que probaron suerte en el otro lado, le hicieron comer en traspatios de cocinas, dormir en lugares sucios e indignos y utilizar bats que no pertenecieran a sus compañeros blancos, algo que nunca olvidó y por eso nunca volvió a intentar jugar con ellos. Falleció en el 2019.
