Puntajes y matrícula récord marcan nueva era escolar

Nacional

Excelsior 

El Instituto Politécnico Nacional (IPN) informó que 27 mil 613 aspirantes lograron ingresar al nivel medio superior en el ciclo escolar 2025-2026, como parte del nuevo modelo de asignación Mi derecho, mi lugar, implementado en la Zona Metropolitana del Valle de México.

La oferta inicial era de 25 mil 763 lugares, pero el Politécnico la amplió en mil 883 espacios adicionales.

El examen de ingreso se aplicó en formato totalmente digital y en línea, con el apoyo de inteligencia artificial y reactivos distintos en cada turno, con el propósito de garantizar igualdad de condiciones entre los participantes. El proceso fue realizado de manera conjunta con la UNAM.

El IPN recordó que la Secretaría de Educación Pública (SEP) abrirá un registro extemporáneo del 21 al 28 de agosto, dirigido a quienes no obtuvieron un lugar en el Politécnico. La inscripción se realizará a través de la plataforma miderechomilugar.gob.mx, donde los aspirantes podrán consultar en tiempo real la disponibilidad de planteles y programas, y preinscribirse en la opción que mejor se adapte a sus intereses.

El secretario de Educación Pública, Mario Delgado Carrillo, reiteró en su cuenta de X que el nuevo modelo garantiza un espacio a todas y todos los aspirantes por lo que “absolutamente nadie se quedará sin escuela ni estudios de bachillerato”

Camila, de Bélgica a la Prepa 6

Nacida en Bélgica “de casualidad”, hija de diplomáticos pero orgullosamente chilanga, Camila Ramírez Plata, de 15 años, logró los 128 aciertos de 128 posibles en el examen de ingreso y cumplirá su sueño de estudiar en la Preparatoria 6 de la UNAM.

La noche  del 18 de agosto, con la página abierta en su computadora desde las diez de la noche, esperó ansiosa junto a sus padres. “Primero vi los aciertos antes que la prepa; me quedé en shock, grité, luego me reí de nervios y después lloré. Mis papás estaban conmigo y fue muy emocionante”, relató.

Camila se preparó durante seis meses con un curso vespertino, además de videos en YouTube y TikTok, y ejercicios de matemáticas que resolvía por su cuenta. “Todavía no lo asimilo, pero significa poder estar en la prepa que siempre quise, la que también estudiaron varios de mis familiares”, explicó.

La joven quiere estudiar Medicina en la UNAM, inspirada por una prima que ya cursa esa carrera y por la tradición familiar universitaria. “Desde chiquita quería estar aquí, se siente muy bonito haberlo logrado”, afirmó.

Pero también piensa en quienes no obtuvieron un lugar este año: “Que no se desanimen. Todo pasa por algo y siempre encontrarán el mejor lugar donde pueden estar”, aconsejó, convencida de que cada historia tiene su propio camino.

Gemelos tienen logro de excelencia

Hugo y Diego Hernández, gemelos de 15 años, comparten mucho más que el parecido físico: han hecho del estudio una disciplina compartida. En el examen de ingreso a la UNAM, Hugo alcanzó la hazaña perfecta, 128 aciertos de 128 posibles, mientras que Diego se quedó apenas un punto atrás, con 127.

Ambos se prepararon juntos durante meses, acompañándose en cursos, tareas y repasos. “No se trata de ser inteligente, sino de ser aplicado y comprometerte en todo lo que te pidan”, dijo Hugo, quien cursó un programa intensivo desde octubre pasado. Diego lo respaldó: “Lo importante ha sido estar siempre unidos y apoyarnos en todo”.

La espera de los resultados, encontró a estos gemelos  frente a la computadora familiar. Primero apareció el nombre de Hugo y la cifra impecable; después, la de Diego, con un logro que también enorgullece. “Me siento muy orgulloso de que mi hermano haya sacado puntaje perfecto, y mis papás también están orgullosos de mí”, contó  Diego, quien no disimuló la emoción.

Ambos recordaron que lo más difícil no fue el contenido académico, sino la modalidad tecnológica del examen en línea: la descarga de la plataforma, las fallas técnicas y la presión de estar vigilados por una cámara. “Mis papás no están tan pegados con la tecnología, entonces al final mi hermana nos ayudó mucho”, reconoció  Hugo.

De la duda al examen perfecto

Dania Bolaños suele decir que su memoria le juega malas pasadas: olvida nombres, datos, hasta pequeñas rutinas. Por eso, cuando en la pantalla apareció el resultado de su examen de ingreso a la UNAM —128 de 128 aciertos—, lo primero que hizo fue dudar de sí misma. “Me quedé en shock, no creí que tuviera una puntuación tan alta”, recordó todavía incrédula.

El abrazo de su mamá, entre lágrimas, la devolvió a la realidad. Sus hermanos la felicitaron uno a uno, y ella pensó en su maestra Pati, la que le enseñó técnicas para recordar. “No es que no lo sepas, sino que lo olvidas. Mi maestra me ayudó mucho a recordar cosas”, explicó. Así convirtió su aparente debilidad en la clave para alcanzar la perfección.

Lo más difícil no fueron las preguntas, sino la modalidad en línea: el sueño acumulado, las fallas técnicas y el miedo constante de que la cámara se trabara y cancelaran el examen. “Mi mente estaba en otro lado, no en el examen, pero al final logré concentrarme”, contó. Desde entonces piensa en quienes no pudieron ni siquiera presentarlo por falta de computadora o internet: “Es muy injusto.”

Ahora, la joven  se prepara para entrar a la Preparatoria 6. Eligió esa escuela porque quería salir de su zona conocida, explorar nuevos lugares y demostrarse a sí misma que puede más. Sueña con estudiar contabilidad o programación.

Un salto de 64 a 128 aciertos

Hace dos años, José Eduardo Alonso Martínez presentó el examen de ingreso con apenas 64 aciertos y la sensación de derrota. Se quedó en Bachilleres 4, una opción que nunca le convenció, y pronto la incomodidad se transformó en depresión. “Cada día se me hacía más difícil seguir ahí”, confesó.

Hoy, con 17 años, sonríe al contar que obtuvo 128 de 128 aciertos en su segundo intento. El mismo joven que pensaba “pasar de panzazo” terminó alcanzando la perfección. “La primera vez no me preparé, de cierta forma me confié, pero esta vez estudié durante un año entero solo y con  regularización. Nunca pensé que fuera a tener más de 120 aciertos, pero aquí estoy”, relató.

Su mamá fue la primera en empujarlo a volver a intentarlo: “¿Por qué no haces otra vez el examen?”, le preguntó cuando lo vio desganado en Bachilleres. Esa pregunta lo cambió todo. Y hoy, con un resultado perfecto, ingresará a la Preparatoria 5 de la UNAM.

Con la vista puesta en el futuro, sueña con estudiar música o psiquiatría. Y en el presente, afronta un reto inesperado: dará el discurso inaugural frente a toda su generación. “Pensé que era una broma, no creí que me hubieran escogido. Estoy nervioso, pero sobre todo emocionado”, expresó.

El alumno tiene un mensaje claro para quienes se quedaron fuera: “Si no fue la escuela que querías, aprovéchala. Y si de verdad sueñas con otra, vuelve a intentarlo. Sí es posible”.