El Debate
Los Dodgers de Los Ángeles, actuales campeones del beisbol de las Grandes Ligas se encuentran en una racha negativa de 6 derrotas en fila, tras ser barridos por los Astros de Houston y los Cerveceros de Milwaukee.
Aunque los Dodgers son sinónimo de excelencia en las Grandes Ligas, con múltiples títulos de Serie Mundial y una de las aficiones más leales del béisbol, también han atravesado oscuros períodos de inestabilidad. A lo largo de su historia, la franquicia ha vivido rachas negativas que han puesto a prueba a jugadores, técnicos y fanáticos.
La peor racha de derrotas consecutivas en la historia de los Dodgers ocurrió en 1961, cuando el equipo perdió 12 juegos al hilo entre el 21 de junio y el 4 de julio. Fue una etapa difícil en la transición del equipo tras su llegada a Los Ángeles desde Brooklyn, aunque poco después comenzaría la era dorada de Sandy Koufax y Don Drysdale.
En 1992, los Dodgers vivieron otra pesadilla con 11 derrotas consecutivas, en una temporada que terminaría con un desastroso récord de 63-99, el peor desde que el equipo se mudó a la Costa Oeste. En esos años, el equipo carecía de identidad y liderazgo, y la afición comenzaba a perder la paciencia.
A nivel de postemporada, el equipo también ha sufrido sequías dolorosas. Entre 1985 y 1995, los Dodgers encadenaron siete derrotas consecutivas en playoffs, siendo barridos en cada una de sus apariciones. Para una franquicia con aspiraciones constantes al título, el golpe fue profundo.
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Más recientemente, en 2022, los Dodgers parecían invencibles tras ganar 111 partidos en temporada regular, un récord de franquicia. Sin embargo, fueron eliminados en la Serie Divisional por los Padres de San Diego, su rival de división, en apenas cuatro juegos. Una caída estrepitosa que dejó más preguntas que respuestas.
Estas rachas, aunque dolorosas, forman parte del tejido competitivo del béisbol. Incluso los más grandes tropiezan. Pero si algo caracteriza a los Dodgers es su capacidad de reinventarse. Porque la historia no solo se escribe con victorias, sino también con las derrotas que enseñan a volver más fuertes.
