El Debate
La reciente incautación de una avioneta con cocaína en Tecomán, Colima, ha generado una tensión diplomática entre México y El Salvador. El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, rechazó las afirmaciones del titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) de México, Omar García Harfuch, quien aseguró que la aeronave había partido de El Salvador. Este desacuerdo ha llevado a que El Salvador llame a consultas a su embajadora en México, intensificando la situación.
El incidente se originó tras la conferencia matutina del gobierno mexicano el 9 de julio, cuando García Harfuch informó sobre el aseguramiento de la avioneta con más de 427 kilos de cocaína.
Según el funcionario, el operativo fue resultado de tareas de vigilancia aérea, y se detuvo a tres personas de nacionalidad mexicana. Sin embargo, Bukele refutó esta versión a través de la red social X, negando cualquier vínculo de la aeronave con su país.
En su declaración, Bukele exigió una rectificación por parte del gobierno mexicano. Explicó que el gobierno salvadoreño fue notificado por Costa Rica, que detectó la traza de la avioneta el 3 de julio.
Además, mencionó que el seguimiento fue corroborado por autoridades de Estados Unidos mediante la Joint Interagency Task Force South (JIATFS), concluyendo que la aeronave “jamás tocó territorio salvadoreño”.
Por su parte, García Harfuch reiteró su postura mediante una publicación en redes sociales. Detalló que el Centro Nacional de Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo detectó una traza sospechosa a 200 kilómetros al sur, frente a San Salvador, el día del aseguramiento.
Adjuntó un gráfico de seguimiento del recorrido de la aeronave y confirmó que los detenidos son originarios de Sinaloa, Chihuahua y Michoacán.
El gobierno salvadoreño ha insistido en que no hay evidencia que relacione a su país con el narcotransporte. A pesar de la firme postura de Bukele, dejó abierta la posibilidad de que las declaraciones de García Harfuch hayan sido producto de un malentendido.
Sin embargo, advirtió que espera una aclaración formal por parte del gobierno mexicano para evitar una afectación mayor en la relación bilateral.
Este intercambio de declaraciones ha puesto en el centro de atención la relación entre ambos países, que históricamente han mantenido lazos de cooperación en diversas áreas.
La situación actual podría tener repercusiones en la colaboración bilateral, especialmente en temas de seguridad y combate al narcotráfico.
