El mar de Sonora vuelve a narrar una historia de transformación ecológica.
DEBATE
Bajo la conducción de Alfonso Durazo, el primer arrecife artificial del estado supera el 70% de avance, un progreso que redefine la relación entre conservación oceánica y turismo sustentable en la región. Lo que inició como un proyecto de restauración marina hoy se consolida como un laboratorio natural para la expansión de la vida marina y el impulso económico.
La iniciativa —diseñada para detonar un sistema de hábitats submarinos complejos— busca ampliar zonas de refugio para cardúmenes y organismos bentónicos que dependen de estructuras sólidas para reproducirse o escapar de depredadores. Desde mayo de 2022, cuando se activó el programa a través de la Secretaría de Economía y Turismo, el Sistema Arrecifal Artificial Sonorense (SAAS) documenta la presencia de cerca de nueve mil peces y al menos 10 especies de invertebrados, que suman casi dos mil individuos, lo que evidencia una rápida colonización biológica.
Durazo destaca que “Sonora se consolida como un estado referente a nivel internacional en materia de turismo sustentable para contribuir a la generación de ecosistemas marinos, especialmente los arrecifes de coral”, una afirmación que resume la dimensión científica y económica del proyecto.
En los fondos marinos ya se observan especies como sardina, ostión, cochito, roncador, pulpo, mariposa coral, estrellas de mar y pargo amarillo, organismos que aprovechan estas nuevas estructuras para alimentarse, ocultarse y establecer cadenas tróficas más estables. Para los expertos en oceanografía, esta respuesta inmediata confirma que el polígono elegido posee las condiciones idóneas de salinidad, corrientes y productividad primaria.
El SAAS reúne características inéditas en Latinoamérica. Para conformarlo, se han hundido 10 de los 14 artefactos navales proyectados: cuatro buques, un helicóptero, un fuselaje de avión, un vehículo anfibio y tres piezas de artillería. Quedan por integrarse cuatro estructuras de alto valor biológico, que completarán el entramado artificial diseñado para estimular procesos de sucesión ecológica.
Cada pieza metálica, sometida previamente a protocolos de descontaminación marina, funciona como un sustrato donde se fijarán esponjas, corales blandos y algas calcáreas, organismos esenciales para atraer fauna mayor y robustecer el ecosistema. Conforme el arrecife avance hacia su fase de maduración, el sitio fortalecerá su potencial como destino de turismo de buceo, un segmento de alto valor que favorece la derrama económica y apoya programas científicos de monitoreo.
El Gobierno de Sonora reitera que este esfuerzo no solo amplía las oportunidades turísticas, sino que también impulsa la investigación marina, fomenta el análisis de procesos de restauración ecológica y refuerza el compromiso estatal con la protección del patrimonio oceánico.
