BBC News
Decenas de funcionarios de diferentes países abuchearon y se retiraron de la sala cuando el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, subió al estrado para hablar este viernes ante la 80ª Asamblea General de la ONU.
Mientras las delegaciones se retiraban en señal de protesta por su responsabilidad en la ofensiva militar israelí en Gaza, por los parlantes se escuchaba reiteradamente “Por favor, orden en la sala”.
Al mismo tiempo, hubo aplausos y vítores para Netanyahu.
Afuera, manifestantes contra la guerra de Israel en Gaza se congregaron en Times Square.
La protesta masiva contra el primer ministro israelí se produce luego de que esta semana varios países -Reino Unido, Francia, Canadá, entre otros- reconocieran al Estado palestino.
El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, acusó a los representantes palestinos de “teatralización” y que “orquestaron una salida escenificada”, según la agencia de noticias judía Jewish News Syndicate.
En su discurso ante la Asamblea General, Netanyahu calificó esa definición como un “suicidio nacional” para Israel y una “vergüenza” que transmite el mensaje de que “asesinar judíos tiene recompensa”.
Es “una locura absoluta, una locura y no lo haremos”, declaró el primer ministro israelí.
A mediados de septiembre, una comisión de la ONU sostuvo que “Israel ha cometido genocidio contra los palestinos en la Franja de Gaza”, a lo que Netanyahu preguntó este viernes si un país que comete genocidio pediría a una población que se alejara del peligro: “¿Acaso los nazis pidieron a los judíos que se fueran?”.
Luego rechazó las acusaciones de que Israel está matando de hambre a la gente de Gaza a propósito.
Si hay habitantes de Gaza que no tienen suficiente comida es porque Hamás “la roba, la acapara y la vende”, sostuvo.
Netanyahu recordó que el año pasado subió al estrado y mostró un mapa titulado “La maldición”, en referencia a “la maldición del eje terrorista de Irán”, que volvió a mostrar en esta ocasión.
“Este eje amenazaba la paz mundial, la estabilidad de nuestra región y la existencia misma de mi país, Israel”, señaló.
En el último año, Israel “reprimió duramente” a los hutíes, destruyó “la mayor parte de la maquinaria terrorista de Hamás” y “debilitó a Hezbolá”, afirmó Netanyahu.
“Lo más importante (…) es que hemos devastado el programa de armas atómicas y misiles balísticos de Irán”, añadió.
Tocando países en el mapa, Netanyahu enumeró a diferentes líderes, incluyendo a Yahya Sinwar de Hamás, Hassan Nasrallah de Hezbolá y los principales científicos atómicos de Irán, a quienes Israel mató. Todos “se han ido”, dijo.
“Depongan las armas”, pidió Netanyahu a los líderes “restantes” de Hamás. “Dejen ir a mi gente” y “liberen a los rehenes”, agregó.
“Si lo hacen, vivirán; si no, Israel los perseguirá”, amenazó.
La alianza con Estados Unidos
Más adelante, el primer ministro israelí mostró otras pancartas e hizo un “examen sorpresa”.
“¿Quién grita muerte a Estados Unidos?”, preguntó en la primera de las pancartas, y dio como opciones las respuestas “a) Irán, b) Hamás, c) Hezbolá, d) Hutíes, e) todas las anteriores”.
Se oyeron gritos en la sala, y Netanyahu marcó la opción “e) todas las anteriores”.
Netanyahu sostuvo además que el presidente de EE.UU., Donald Trump, “comprende mejor que cualquier otro líder que Israel y EE.UU. se enfrentan a una amenaza común”.
Añadió que, tras el ataque del 7 de octubre de 2023, muchos líderes apoyaron a Israel, pero que ese apoyo se ha “evaporado” desde entonces.
Netanyahu también se refirió a las acusaciones de que Israel está “atacando deliberadamente a civiles”.
“Lo cierto es lo contrario”, aseguró, y dijo que Israel ha lanzado “millones de folletos y enviado millones de mensajes de texto” para que los civiles evacuen Ciudad de Gaza.
Mientras tanto, “Hamás se implanta en mezquitas, escuelas, hospitales y edificios de apartamentos” para obligar a los civiles a “mantenerse en peligro”, “a menudo amenazándolos a punta de pistola”, describió.
Al terminar su discurso, Netanyahu fue ovacionado de pie por un nutrido grupo de observadores.
Algunos levantaron los puños en apoyo del primer ministro israelí, un marcado contraste con los asientos oficiales de los delegados en el salón principal, que estaban prácticamente vacíos.
Israel ha prohibido a periodistas extranjeros entrar a la Franja de Gaza de forma independiente desde el inicio de la guerra hace casi dos años, lo que dificulta la verificación de las afirmaciones de ambos bandos.
Algunos periodistas han sido admitidos en Gaza por las Fuerzas de Defensa de Israel con acceso controlado.
El ejército israelí lanzó una campaña en Gaza en respuesta al ataque liderado por Hamás contra el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, en el que murieron unas 1.200 personas y otras 251 fueron tomadas como rehenes.
Quedan 48 rehenes en Gaza, de los cuales se cree que 20 siguen vivos.
Al menos 65.500 personas han muerto en ataques israelíes en Gaza desde entonces, según el Ministerio de Salud gazatí.
Reporte adicional de Jonathan Csapo desde Nueva York y Tom Bennett desde Jerusalén.
Un discurso dirigido a los estadounidenses que apoyan a Trump
Análisis de Tom Bateman, corresponsal de la BBC en el Departamento de Estado de EE.UU.
La mayor parte del discurso de Netanyahu se dirigió al público estadounidense, y más específicamente a la base de apoyo de Trump en MAGA (Make America Great Again, “Hagamos a EE.UU. grande nuevamente”).
Netanyahu insinuó repetidamente que israelíes y estadounidenses comparten la misma amenaza existencial, incluyendo referencias al 11-S y mostrando una pancarta que citaba a extremistas que gritaban “¡Muerte a EE.UU.!”, con el subtexto de que Israel está haciendo el “trabajo sucio” de eliminar a sus enemigos comunes.
El primer ministro israelí hizo referencia a Taylor Force, un estadounidense cuyo asesinato en Tel Aviv en 2016 condujo a una ley del Congreso que prohibió los pagos estadounidenses a la Autoridad Palestina.
Y en un llamado aún más específico a MAGA y a la base de apoyo cristiana evangélica de Trump, afirmó falsamente que los cristianos palestinos de Belén están mejor protegidos bajo la ocupación militar israelí que bajo el limitado autogobierno palestino.
Todo esto estaba dirigido a los estadounidenses que apoyan a Trump, lo que demuestra que el líder israelí probablemente esté al tanto de las encuestas que sugieren que el apoyo histórico a Israel en EE.UU. ha disminuido recientemente debido a la conducta de Israel en Gaza.
Este viernes, utilizó su discurso para intentar frenar la caída de ese apoyo.