El país sudamericano alega que no puede negociar sobre asuntos de soberanía nacional y responsabilidades de la Justicia
Brasil alega que no puede negociar sobre asuntos de soberanía nacional y responsabilidades de la Justicia, y ha instado a Estados Unidos a dialogar sobre las divergencias comerciales para resolver la disputa.
En esa línea, el mandatario brasileño explicó a la cabecera neoyorquina que trata a todo el mundo “con gran respeto”, pero que exige justo eso de forma recíproca.
“Estado democrático es algo sagrado”, afirma Lula da Silva
Lula consideró también que “el estado democrático es algo sagrado” y no mostró ni un atisbo de ceder ante las presiones de Trump a colación de Bolsonaro porque, según complementó, Brasil “ya ha vivido dictaduras”: “No queremos más”, apostilló en la entrevista concedida desde el palacio presidencial en Brasilia.
El mandatario había agregado dos días atrás que Brasil no tiene contencioso con ningún país y que su intención es negociar con EU de forma tranquila.
“Lo que lo impide es que nadie quiere hablar (…) Todos saben que he solicitado contactar”, dijo sobre las no comunicaciones hasta el momento con la Administración Trump.
Asimismo, agregó que Trump es el único presidente estadounidense desde Bill Clinton con el que no ha mantenido una buena relación y reiteró que estaba dispuesto a dialogar.
El 11 de julio, Trump declaró a la prensa, refiriéndose a Lula: “Quizás en algún momento hable con él. Ahora mismo no”.
Lula califica como “vergonzoso” amenazas de Trump a través de redes social
Lula calificó durante la entrevista como “vergonzoso” que Trump lo amenazara a través de su plataforma Truth Social.
“El comportamiento del presidente Trump se apartó de todos los estándares de negociación y diplomacia (…) Cuando hay un desacuerdo comercial o político, se llama por teléfono, se programa una reunión, se habla y se intenta resolver el problema. Lo que no se hace es imponer impuestos y dar un ultimátum”, opinó el mandatario brasileño.
Lula lamentó además “pasar de una relación diplomática de 201 años en la que todos ganan a una relación política en la que todos pierden”, pues, bajo su juicio, serán también los estadounidenses quienes se enfrentan a precios más altos por el café, la carne de vacuno, el zumo de naranja y otros productos brasileños.
