NFL: Fallece Bryan Braman, campeón en Super Bowl LII con Philadelphia Eagles

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El Debate 

La NFL está de luto. Bryan Braman, exapoyador y campeón del Super Bowl LII con los Philadelphia Eagles, falleció este jueves a los 38 años víctima de una forma rara y agresiva de cáncer. Su agente, Sean Stellato, confirmó la triste noticia que ha sacudido a excompañeros, aficionados y a toda la comunidad del futbol americano.

Braman, conocido por su intensidad en el campo y su melena inconfundible, luchó hasta el final contra una enfermedad devastadora. A principios de julio, su familia lanzó una campaña en la plataforma GoFundMe para recaudar fondos y costear el tratamiento de reprogramación celular, uno de los pocos caminos disponibles para combatir su diagnóstico. La respuesta fue inmediata: figuras como JJ Watt, Brent Celek y Emmanuel Acho no dudaron en mostrar su apoyo económico y emocional.

Nacido para romper moldes, Bryan llegó a la NFL como agente libre no drafteado en 2011 con los Houston Texans, donde rápidamente se ganó un lugar gracias a su espíritu combativo. En 2012 lideró los equipos especiales con 16 tackleadas y se convirtió en el primer jugador en la historia de la franquicia en bloquear dos despejes en una misma temporada.

En 2014 fichó con los Philadelphia Eagles, equipo con el que escribió su página más dorada: la conquista del Super Bowl LII en 2017 ante los Patriots de Tom Brady. Aunque no era una estrella mediática, Braman fue el típico jugador que todo vestidor necesita: entregado, apasionado y siempre dispuesto a dar el máximo. Jugó un total de 94 partidos en la NFL antes de colgar los tachones.

El legado de Braman no solo se mide en números, sino en respeto. Este jueves, JJ Watt —ícono de los Texans— le dedicó un emotivo mensaje: “Descansa en paz, hermano. Se fue demasiado pronto”, acompañado por una foto del exjugador con el uniforme de Houston, recordando sus mejores días en el emparrillado.

Bryan Braman se va joven, pero deja un legado de lucha dentro y fuera del campo. Su historia sirve como recordatorio del lado humano del deporte, ese que nos conecta más allá de las estadísticas y los trofeos. Hoy, el fútbol americano pierde a uno de sus guerreros silenciosos… y el cielo gana a un linebacker incansable.