Ryan Bowman, otro golpe al fútbol inglés: suspendido más de tres años por escándalo de apuestas

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El Debate

El fútbol inglés vuelve a quedar bajo la lupa tras revelarse uno de los casos más graves de apuestas ilegales en los últimos años. Ryan Bowman, exdelantero del Cheltenham Town y con pasado reciente en el Shrewsbury Town y Exeter City, ha sido suspendido por 42 meses por la Asociación de Fútbol (FA), tras comprobarse que realizó 6,397 apuestas mientras se mantenía activo como futbolista profesional. La gravedad del caso reside no solo en la cantidad, sino en el hecho de que algunas apuestas fueron contra su propio equipo e incluso incluyeron predicciones sobre su rendimiento personal.

Según la investigación, Bowman efectuó más de 2,600 apuestas entre diciembre de 2020 y julio de 2021, cuando jugaba para el Exeter City en la League One. El problema se agravó en su paso por el Shrewsbury Town, donde entre agosto de 2021 y julio de 2023 realizó otras 3,100 apuestas. Algunas de ellas llamaron especialmente la atención, ya que el jugador apostó en contra de su equipo en al menos ocho ocasiones, tres de ellas en partidos en los que fue titular los 90 minutos.

La Comisión Disciplinaria de la FA consideró el caso como “uno de los más flagrantes” en la historia reciente del fútbol británico. Además de las apuestas contra su equipo, se descubrió que Bowman apostó seis veces a que él mismo marcaría un gol, lo cual abre la puerta a cuestionamientos sobre la integridad de esos encuentros. Aunque no se ha demostrado un amaño directo de partidos, la situación dejó expuesto al sistema.

Esta sanción, que mantendrá al jugador fuera de las canchas hasta noviembre de 2027, es una de las más severas impuestas por la FA en años recientes, superando incluso la del internacional Ivan Toney, suspendido en 2023 por ocho meses. El caso de Bowman no solo pone en entredicho la ética del jugador, sino que reaviva el debate sobre la cultura de las apuestas en el fútbol inglés, donde los patrocinios de casas de apuestas dominan camisetas, estadios y transmisiones.

Las apuestas deportivas se convierten en problemas cada vez más serios | Foto: Debate 
Las apuestas deportivas se convierten en problemas cada vez más serios | Foto: Debate 

En total, 351 de las apuestas de Bowman involucraban partidos de competiciones en las que participaban Exeter o Shrewsbury, y 87 estaban directamente relacionadas con sus propios equipos. Esta proximidad entre las apuestas y su entorno competitivo fue clave para que la FA calificara el comportamiento del jugador como de “alto riesgo para la integridad del juego”.

El escándalo ha encendido las alarmas entre los clubes de la EFL (English Football League), donde las divisiones inferiores suelen tener menos controles y menos visibilidad mediática, lo que podría hacer más vulnerables a sus jugadores. Expertos en integridad deportiva han insistido en que la prevención no debe limitarse a la Premier League, ya que el problema es estructural y más extendido de lo que parece.

Actualmente sin equipo, Bowman había disputado su último partido con el Cheltenham Town el pasado 1 de enero. Con 32 años, su futuro en el fútbol profesional parece prácticamente liquidado. La duración de la sanción, sumada al desprestigio generado, dificulta un posible regreso, incluso en ligas de menor jerarquía.

Este nuevo capítulo confirma que el fútbol inglés enfrenta una crisis silenciosa: la normalización de las apuestas en todos los niveles del deporte. Mientras los ingresos por patrocinios de casas de juego siguen creciendo, los casos de jugadores sancionados también se multiplican. La gran pregunta que queda en el aire es si las autoridades están haciendo lo suficiente para proteger no solo la integridad del fútbol, sino también la salud mental y financiera de sus protagonistas.