Más de 100 personas muertas es el saldo de las inundaciones repentinas en Texas, Estados Unidos, informaron autoridades. Los equipos de rescate continúan la búsqueda de personas arrastradas por el agua.
Entre las víctimas están 27 niñas y guías de Camp Mystic, un campamento cristiano exclusivo para niñas que se encontraba junto al río Guadalupe, en el condado de Kerr, el más afectado por la catástrofe.
Su desaparición tras la subida repentina del agua había generado una intensa búsqueda.
Texas, de luto: más víctimas y desaparecidos
El sheriff de Kerr reportó 84 muertes en su jurisdicción, se trata de 56 adultos y 28 menores, a las que se suman, al menos, 17 fallecidos en condados vecinos.
“Texas está de luto en este momento; el dolor, la conmoción por lo ocurrido en estos últimos días ha destrozado el corazón de nuestro estado. Las niñas que se perdieron en Camp Mystic son la pesadilla de cualquier padre”, declaró el senador por ese estado, Ted Cruz.
Trump declara emergencia; niega fallas en alertas
De acuerdo con la Casa Blanca, el presidente Donald Trump planea visitar Texas el viernes. Además, el republicano firmó una declaración de catástrofe grave que permite liberar recursos federales.
Por su parte, Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, desmintió que los recortes a agencias meteorológicas hayan afectado las alertas.
“Culpar al presidente Trump por estas inundaciones es una mentira depravada, y no sirve de nada en estos tiempos de duelo nacional”, Karoline Leavitt.
Indicó que el Servicio Meteorológico Nacional (NWS), que según el diario The New York Times tenía varias tareas clave en Texas sin cubrir antes de las inundaciones, emitió “pronósticos y advertencias oportunos y precisos”.
Trump describió las inundaciones repentinas como una “catástrofe no vista en 100 años” que “nadie esperaba”.
“Nos está arrastrando el agua”: el último mensaje de menores desaparecidos
Las aguas desbordadas por la lluvia alcanzaron las copas de los árboles y los techos de las cabañas, mientras las menores dormían la noche del jueves al viernes, arrastrando a algunas de ellas y dejando una escena de devastación.
Mantas, osos de peluche y otras pertenencias se podían ver cubiertas de barro. Las ventanas de las casetas quedaron destrozadas, aparentemente por la fuerza del agua.
Voluntarios de otras partes del estado se congregaron en Kerr para colaborar en las labores, algunos motivados por vínculos personales con las víctimas.
“Estamos ayudando a los padres de dos menores desaparecidos. El último mensaje que recibieron fue ‘Nos está arrastrando el agua’ y el teléfono se quedó sin batería”, dijo a la AFP Louis Deppe, de 62 años.
Las inundaciones repentinas, que ocurren cuando el suelo no puede absorber las lluvias torrenciales, no son inusuales en esta región del sur y centro de Texas, conocida coloquialmente como el “callejón de las inundaciones repentinas”.
El cambio climático provocado por el ser humano ha provocado que fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones, sequías y olas de calor sean más frecuentes e intensos en los últimos años.
