Los desafíos en la relación con Estados Unidos que tensionan a Palacio Nacional

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Debate 

La caja de Pandora antes de que se desborde parece hoy una urgencia para Claudia Sheinbaum. Aunque su capacidad de maniobra, su liderazgo político y su influencia ante Estados Unidos no han sido mermados con el regreso de Donald Trump, las recientes movilizaciones de migrantes en territorio estadounidense, especialmente en California a raíz de las redadas, han encendido alertas de polarización política.

Los señalamientos directos por parte de funcionarios norteamericanos contra la mandataria mexicana por su presunto papel en estos actos de protesta abren un frente incómodo en el terreno diplomático, algo que ni las amenazas de Trump con aranceles ni las críticas por el narcotráfico habían conseguido hasta ahora.

Postura real

En la contención de daños, la visita del secretario de Estados Unidos, Christopher Landau, de este 11 de junio, cumple una doble función estratégica, señaló en entrevista Jesús Gallegos Olvera, internacionalista en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM.

En análisis, explicó que por un lado, envía un mensaje de estabilidad y muestra que a pesar de los discursos polarizantes de figuras como Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, la administración estadounidense reconoce la necesidad de mantener canales formales y fluidos con el gobierno de Sheinbaum.

Por otro lado, indicó que funciona como un mecanismo de calibración política. “Washington busca leer directamente, sin intermediarios partidistas ni mediáticos, la postura de Claudia Sheinbaum, sus prioridades diplomáticas y su disposición a sostener la cooperación en temas clave como migración, seguridad, energía y comercio”, explicó.

Efecto amortiguador

Jesús Gallegos Olvera expuso que para México, el encuentro con Christopher Landau marca la oportunidad de reposicionar su imagen en el círculo estratégico de Washington, reforzar su legitimidad democrática ante actores decisivos y establecer un tono firme pero constructivo en la nueva etapa bilateral.

Dese luego, el encuentro con Landau puede amortiguar los efectos de las declaraciones de Noem y fortalecer el perfil internacional de la presidenta como una lideresa que sabe manejar las tensiones sin ceder principios, lanzó.

Choque interno

Pero en el escenario interno, algunos actores políticos también parecen complicarle el panorama a la mandataria, incluso desde dentro de la 4T, con declaraciones polémicas como las de Gerardo Fernández Noroña, presidente de la mesa directiva del Senado, quien criticó las redadas en Los Ángeles y sugirió poner el muro, pero en la frontera de 1830. Incluso, ayer mismo, la consejera estatal de Morena en Jalisco, Melissa Cornejo, publicó una imagen en redes sociales donde aplaudía las protestas en Los Ángeles con un mensaje explícito contra las visas y el ICE.

El mismo vicecanciller de Estados Unidos, Christopher Landau, le respondió directamente a su publicación. “Personalmente di la orden de cancelarla después de ver este vulgar posteo”, aunque criticó que ni siquiera tiene visa válida para cancelar.

En tanto, los partidos de oposición hacen lo propio, criticando la estrategia oficialista en el discurso sobre las redadas de migrantes y la posibilidad de que más actores de la 4T pierdan sus visas.

Precaución diplomática

Para José Joel Peña, profesor de la UNAM, la mejor estrategia para la administración de Claudia Sheinbaum es la prudencia. Según el especialista, el contexto político marcado por el regreso de Donald Trump exige evitar cualquier reacción que alimente la confrontación.

“Lo mejor que puede hacer el gobierno de México, incluyendo desde luego a la presidenta, como al secretario de Relaciones Exteriores y cualquier otro alto o alta funcionaria del gobierno federal, es tomar con mucha precaución todo este tipo de comentarios, que quizás lo que buscan precisamente es que el gobierno tenga una reacción confrontativa, porque así funciona el gobierno de Donald Trump”, sostuvo.

El especialista de la UNAM indicó que el impacto de las declaraciones públicas es hoy más inmediato y global, por lo que el gobierno mexicano debe ser especialmente cuidadoso con sus mensajes. Hizo hincapié en que se debe reforzar una narrativa que humanice la migración y se aleje del enfoque de seguridad que domina el discurso en el norte del continente.