The Warning: alimento del rock

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Excelsior

Lo que comenzó jugando Rock Band por ahí de 2013 ahora es un monstruo imparable que se conoce como The Warning, de esos que devoran a quien se le ponga enfrente. Ayer, Daniela, Paulina y Alejandra Villarreal, las hermanas que forman la banda, lo demostraron emocionando a 10 mil personas que abarrotaron su primera fecha en el Auditorio Nacional.

Para las regias las cosas tienen que ser diferentes y así lo hicieron anoche cuando al inicio de su show colocaron una manta gigante en el escenario que usaron como pantalla donde proyectaron diferentes imágenes mientras, detrás, tomaban su lugar en el entarimado… la guerra que traía Keep Me Fed Tour estaba por comenzar.

Sin la menor piedad, Daniela, Paulina y Alejandra —ataviadas con trajes color rojo— arrancaron la batalla con todo el poder de Six Feet Deep, la cual llevó a que se armara un headbanging masivo en el Auditorio, algo que hace mucho no se veía en este recinto.

Pocos celulares grabando y una sincronía con brazos y puños al aire fue lo que el público —ese que gusta del rock en voces femeninas— le regaló a The Warning mientras S!CK cimbraba el lugar con cada acorde.

Son sólo tres chicas, tienen 20, 23 y 25 años, poderosas, hermanas y suenan como un ejército furioso; no podía ser de otra forma. Paulina es una de las mejores bateristas del mundo y sus hermanas mayores son exactas en el bajo, la guitarra y las voces, y así lo mostraron en Satisfied.

“Oe, oe, oe, oe, Warning, Warning”, se convirtió en el grito de guerra que hizo que las chicas sonrieran. “Hola, Ciudad de México. ¿Cómo están todos esta noche? Cómo me gustaría que pudieran ver lo que estamos viendo nosotras en este momento, un Auditorio Nacional lleno. Muchas gracias, gracias por estar aquí con nosotros, esta noche es para ustedes”, dijo emocionada Daniela antes de que Choke llegara a los altavoces del lugar.

Sí, el rock no ha muerto, hay esperanza cuando tres niñas comprometidas con su proyecto desde que eran adolescentes retoman esa esencia de los años 70 y 80, la trasladan al día de hoy, la actualizan y conquistan no sólo a su propia generación, los nacidos ya en el nuevo milenio, sino a los nostálgicos de más 40 años.

Dust To Dust y Dull Knives (Cut Better) incendiaron el lugar no sólo con sus acordes y velocidad al darles vida, sino que el diseño de iluminación se volvió rojo y las dos pantallas sobre el escenario cooperaron a que el público recibiera un golpe no sólo de color, sino de rock puro y duro.

Cristales rotos que flotan en el espacio de la pantalla y los tonos azules que apuntaron al público llevaron a todos hacia un viaje casi oscuro con Escapism y Apologize, en donde Pau marcó la pauta junto con Ale, dándole el espacio perfecto al requinto de Dany, con esa complicidad que hay entre hermanas.

En un momento de espontaneidad, el público cantó Las mañanitas, ya que la baterista de The Warning cumplió 23 años el 5 de febrero. “Paulina, Paulina, Paulina”, coreó la gente. Fue entonces cuando Dany tomó su guitarra y sin dudar un instante comenzó a tocar en su guitarra un emocional solo que hizo que los asistentes iluminaran el lugar con la luz de sus celulares… y un encendedor físico que se coló por ahí, muy a la old school.

Y después de ese momento de paz, las cosas no se iban a quedar así, no. The Warning preparaba el siguiente asalto que llegó con un código binario que se proyectaba en la pantalla —haciendo recordar a algunos el tiempo en el que The Matrix se estrenó— mientras Error mantuvo al público atento y receptivo.

MORE arrancó el canto de varios que siguieron a las chicas con la letra de la rola, pero fue con Money en la que los brazos y los puños al aire volvieron a aparecer, esta vez acompañados por los saltos de todos aquellos que se encontraban en la sección más cercana al escenario, donde no había butacas y pudieron brincar como en todo concierto de rock.

“Nos vamos a dividir en dos equipos. Aquí conmigo (a la izquierda) van a gritar ‘money’, y los que están con Ale van a gritar ‘cash’, a ver quién gana”, organizó la vocalista para darle a sus fans un buen momento de interacción que sólo los emocionó más.

Las Warning lo mismo cantan en inglés que en español, y lo hacen igual de energético. Survive se convirtió en un himno de esos de desamor que duelen cuando le dieron vida y la gente las acompañó en el coro, y sin dudarlo le abrió paso a Qué más quieres, la cual apareció sólo en guitarra y voz, pero sin ellas en el escenario.

Y cuando reaparecieron lo hicieron ataviadas con trajes negros, camisa blanca con olanes y lentes oscuros, con un nuevo impulso interpretaron una de sus canciones más exitosas y, obvio, volvieron loco al público.

De nueva cuenta se volvieron a cambiar y regresaron a su primer vestuario, pero en esta ocasión el trío estaba al frente del escenario mientras que en la batería un chico de su staff hacía lo propio en Consume, la cual dio paso a Burnout y Sharks, en donde el moshpit se intentó armar entre el público, pero se limitó a un headbanging rudo.

Disciple, Hell You Call a Dream, Martirio y Evolve —donde el público encendió sus celulares con filtros rojos en la luz— hicieron aplaudir a los asistentes con cada nota y completaron el set de la noche. “Muchas gracias a todos ustedes. Por favor, quiero que le den un aplauso muy fuerte a nuestra hermana chiquita en el bajo, Ale. Y un fuerte aplauso a nuestra hermana de en medio en la batería, Pau”, dijo Dany, quien pidió también un aplauso a su equipo.

Si, fue una guerra llena de rock que no podía terminar así nada más. The Warning ganó la primera batalla al cerrar su show con Narcisista y Automatic Sun, con las que no sólo demostraron que las mujeres son tan poderosas en el rock como cualquier otro, además de darle esperanza al género.