Uno de los lugares donde más indefensos nos sentimos algunos, es en las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad, esta empresa que se dice “de clase mundial”, nos lastima en Sonora, y posiblemente en otros estados con sus muy altos cobros de luz, sin importar que tengamos en nuestro Estado muertes derivadas de las altas temperaturas.
Que este año no tendremos más apoyos, más o menos algo así dijo el Gobernador de Sonora, que para el otro año se irá viendo. Mientras llega el otro año y se ve algo de luz en el cobro de la luz hay que afrontar como se pueda el recibo de agosto y el recibo de septiembre, esto en el mejor de los casos.
La insensibilidad de los empleados de la CFE es patente, lo he podido constatar ante un extraño cobro que intentaron realizar, en primer lugar llegaron a casa sin previo aviso a querer cortar la luz, una persona sin identificación de la CFE, sin uniforme, sin un vehículo oficial, no permití que se realizara este acto y tuve que acudir a los módulos de la CFE, donde la atención es terrible, insensible y las respuestas son tales como: “no conozco a nadie que le haya ganado a la CFE”, “yo la verdad estoy de paso no sé qué más decirle o hacer”, “el jurídico no le puede atender”, ante esta situación y negándome a pagar lo que considero indebido, acudí a la Procuraduría Federal del Consumidor, donde su respuesta fue lamentable: “ya sabe cómo son en la CFE”.
Finalmente acudí con Ignacio Peinado, presidente de la Unión de Usuarios, para evitar lo que considero una arbitrariedad, afortunadamente Peinado pudo resolver esta injusticia, lo cual agradezco.
Sin embargo, lo que está ocurriendo en Sonora, con los excesivos cobros de luz, son para no olvidar, son para tomar en cuenta cuando nos pidan el voto, simplemente ninguna autoridad hace nada por siquiera intentar defender a sus gobernados, somos como pequeños peces en una pecera a merced de los tiburones y los pescadores que podrían protegernos simplemente voltean para otro lado.
Estoy seguro de que si existiera voluntad (que no la hay) se encontraría una solución que permitiría un subsidio de emergencia, o alguna alternativa que no lastime tanto el ya lastimado presupuesto familiar de los sonorenses.
Sí es verdad, ha hecho más calor que el año pasado, pero también es verdad que esperamos que nuestras autoridades nos ayuden a resolver los problemas que se nos presentan, pero como me dijeron en la Profeco “ya sabe cómo son”.
