Contraorden, la pequeña vaquita se puede salvar (tal vez)

Ciencia y tecnologia

Tomado de: Repubblica

Del pequeño cetáceo endémico del Golfo de California, quedan pocos ejemplares. Pero el último monitoreo ha confirmado que las medidas de protección (¿tardías?) están dando sus frutos. Y está surgiendo un optimismo cauteloso entre los expertos.
Detengan a todos: puede que no sea demasiado tarde para salvar a la vaquita de la extinción. Parecía inminente el de profundis para uno de los cetáceos más pequeños del mundo (150 centímetros de largo y 50 kilos de peso), endémico de la zona norte del Golfo de California, el llamado Mar de Cortés.
Y, sin embargo, los últimos datos sobre una de las especies más amenazadas del planeta parecen mantener viva la esperanza. “Tenemos buenas noticias”, dijo María Luisa Albores González, secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México. La referencia es a los diez ejemplares identificados en los 17 días de seguimiento en mayo. Pocos, por supuesto. Pero es el mismo número que un monitoreo similar de hace dos años. Y así la hecatombe significativa parece al menos detenerse: de 567 ejemplares en 1997 había pasado, drásticamente, a 59 en 2015, hasta 9 o 10 en 2018. Con un colapso del 83% en tres años.
Pero lo que parece justificar un optimismo cauteloso es la efectividad de las medidas de protección innegablemente tardías para proteger a la vaquita de la principal amenaza, la caza furtiva. Sí, porque el exterminio de la población de la marsopa pequeña tuvo lugar debido a la caza furtiva: los barcos de pesca, con sus redes de enmalle, han “saqueado” en las últimas décadas el Mar de Cortés en busca de la totoaba, un pez grande cuya vejiga natatoria es particularmente buscada en el Lejano Oriente. La vaquita queda atrapada accidentalmente, literalmente enjaezada, en las redes. Y no hay nada que hacer.
Hace dos años, durante el censo de vaquitas, se identificaron cerca de cien barcos pesqueros en una zona que sería de “tolerancia cero”. Del control omitido, que la Armada mexicana confirmó al Times, habría pasado a un filtro mucho más efectivo, en colaboración con Sea Sheperd. Y un paso fundamental fue la liberación en el mar de 193 bloques de hormigón con ganchos sobresalientes, lo suficiente para enredar las redes de enmalle. Un bolardo útil, en resumen.
La confirmación, señaló Sea Sheperd, está en las condiciones de salud de los animales observados en mayo, todos parecían sanos, incluidos algunos cachorros. “Hemos logrado los avances más significativos en las estrategias de conservación de la vaquita en los últimos 30 años”, dijo Barbara Taylor, bióloga y experta en cetáceos. Y añade: “Lo que estamos pidiendo es la ampliación de la zona de tolerancia cero: para el gobierno mexicano es un paso sencillo. Cuesta poco y puede dar resultados sorprendentes”.
“Muchos expertos coincidieron en que hoy la vaquita ya desaparecería. Kristin Nowell, directora ejecutiva de Cetacean Action Treasury, una organización creada precisamente para salvar a esta marsopa de la extinción, dijo al New York Times. “El hecho de que vaya mejor de lo esperado nos da esperanza”.
Pero hay quienes piensan que es (ahora) demasiado tarde. Justo estos días es la última alerta de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), que expresa “seria preocupación por la supervivencia de la vaquita” denunciando cómo “a pesar de casi treinta años de repetidas advertencias, la vaquita viaja al borde de la extinción a causa de las redes de enmalle”, practicadas “por un sistema generalizado de crimen organizado”. Todo esto, denuncia la CBI, evidentemente menos optimista que el gobierno mexicano, a pesar de los esfuerzos de los últimos tiempos. Esfuerzos que -para evitar la extinción- deberían haber comenzado mucho antes que en el caso de la vaquita, denuncia la Comisión Ballenera Internacional.
Además, no parece haber formas alternativas para una repoblación de la especie al estilo del Arca de Noé, habiendo naufragado de raíz, o casi, la hipótesis de una captura de algunos ejemplares en edad fértil y su cría en cautividad para favorecer su reproducción. “La vaquita sufre el estrés del cautiverio, los experimentos de los últimos años terminaron con dos ejemplares muertos”, explica la cetóloga Elena Fontanesi, que con la asociación Delfini del Ponente APS se ocupa de la investigación científica y las actividades de educación ambiental en Liguria occidental.
“Este pequeño cetáceo -añade- es hoy el símbolo del impacto potencialmente dañino de las acciones humanas sobre el medio ambiente y al mismo tiempo de cómo la investigación científica es una herramienta fundamental para entender la tendencia de una población o una especie y poder intervenir. También nos recuerda que la investigación requiere la participación de la población, la conciencia de todas las partes interesadas y el apoyo de los gobiernos para implementar estrategias de conservación exitosas. Además, es una advertencia muy importante para actuar con prontitud: cuanto antes intervengamos, mayores serán las posibilidades de poder marcar la diferencia”. Esta es también la razón por la cual la mejor noticia es que la sociedad civil está participando con creciente convicción en los esfuerzos de los últimos meses.
En mayo pasado, por ejemplo, Katy Carpio, quien trabaja con Pesca ABC, una organización mexicana que incorpora pescadores virtuosos, que hacen de la sostenibilidad su caballo de batalla obligatorio, vio una vaquita por primera vez. “Fue una gran emoción”, confesó. La vaquita y los pescadores juntos, pruebas técnicas de convivencia.
“Después de todo, esta historia emblemática – dice Davide Michel Lelong, biólogo marino experto en cetáceos, que en 2020 participó en el primer hackathon del mundo para salvar a la vaquita! – subraya que la conservación no sólo afecta a las especies o ecosistemas que deben protegerse, sino que también debe tener en cuenta todos los aspectos sociales, económicos y políticos de las comunidades que viven en estrecho contacto con estas realidades. Ya no es un trabajo exclusivo de biólogo o ecologista: debe involucrar todas las realidades de las comunidades locales, desde la política hasta los pescadores locales. La solución debe encontrarse junta, de lo contrario todo es en vano”.

https://www.repubblica.it/green-and-blue/2023/08/30/news/piccola_vaquita_estinzione-412259130/