La totoaba, el pez en peligro de extinción que México ha fracasado en proteger

El mar de Cortés, en el norte de México es un paraíso de biodiversidad. Pero la pesca ilegal de totoaba, un pez muy codiciado en China, pone en peligro esta especie y también la de la vaquita marina, un mamífero marino del mismo tamaño.

Del otro lado del pacífico, clientes asiáticos adinerados desembolsan miles de dólares para comerse la vejiga natatoria de totoaba por sus supuestas propiedades curativas que nunca han sido comprobadas. En el mercado negro, el precio del buche de totoaba supera incluso de la cocaína, convirtiéndolo en un producto del tráfico ilícito internacional.

Pero la sobrepesca sigue. Ante el declive de la población de totoaba, en 1975 se prohibió totalmente su pesca. Desde entonces esta actividad se convirtió en un negocio redondo para una red mafiosa, el llamado Cártel del mar. “Una vez que los pescadores capturan totoaba, venden la vejiga natatoria del pez entre 3000 y 4000 dólares por kilo. Un kilo de camarones, vales entre 10 y 15 dólares, entonces es un producto que les cambia la vida. Después, los representantes del cártel envían los buches a Estados Unidos por el desierto y son exportadas a China”, señala el periodista Hugo Von Offel, de origen belga, el autor del documental El padrino de los océanos que se estrenó en abril en la televisión francesa, investigó sobre el tráfico de totoaba.

El negocio ha contribuido a la extinción de dos especies, y sigue impune. Según datos obtenidos por un consorcio de medios, la justicia mexicana abrió 42 expedientes por tráfico de totoaba entre 2012 y 2021. De los cuales solo dos casos llevaron a una sentencia condenatoria. Oscar Parra, presunto líder del cartel del mar está detenido desde 2018, pero aún no ha sido condenado.

Luchar contra la pesca ilegal puede ser peligroso: inspectores ambientales fueron atacados en 2014. Y en 2019, ambientalistas de la ONG Sea Shepherd que retiran redes ilegales de pesca en altamar fueron blancos de cocteles molotov de los pescadores.

Jungchan Wu, un ciudadano chino, ha sido señalado por las autoridades mexicanas como el presunto líder de la red mafiosa de tráfico de totoaba entre México y China. Sigue prófugo de la justicia que emitió una orden de captura a través de interpol. Jungchan podría estar escondido en México, gozando de complicidades de autoridades locales.

México castigado

La captura de miles de toneladas de totoaba llevó a los expertos de la Unión internacional de la conservación de la naturaleza UICN a clasificar esta especie como en peligro crítico. En 2021, tras una nueva estimación de la población de estos peces, la totoaba pasó a ser una especia simplemente vulnerable. El ambientalista Alejandro Olivera recuerda que aún queda mucho por hacer para proteger la totoaba:

En el marco de su estrategia por mantener viva la especie, el gobierno mexicano otorgó dos permisos de granjas acuícolas. Y busca también exportarlo. Una estrategia arriesgada según Alejandro Olivera, representante de la ONG estadounidense Centro para la diversidad biológica, que lucha por proteger esta especie.” El mercado asiático es inmenso. No se sabe cómo va a funcionar el mercado si tu empiezas a enviar buches y que la oferta sea insuficiente. Puede meter mayor presión a la demanda de totoaba silvestre. Por otra parte, hay supersticiones de que si el pez no viene del medio silvestre, no tiene las mismas propiedades”, advierte Olivera que teme un fenómeno de “lavado” de totoaba si no se instauran criterios de trazabilidad exigentes.

El gobierno mexicano insiste en su buena voluntad de luchar contra el tráfico de totoaba. Pero en 2021, expertos de la unión internacional de la conservación de la naturaleza detectaron 117 barcos de pesca en un solo día en el área de protección marina del mar de Cortés. Y el 2 de febrero pasado, la ONG Sea Shepherd detectó 30 embarcaciones pescando con redes prohibidas.

A finales de marzo, México fue sancionado por la convención CITES por su incapacidad en detener la pesca ilegal de totoaba. Como consecuencia de estas sanciones, el país perderá permisos de exportaciones para decenas de especies de animales y plantas silvestres.