Tomado de: Ernesto Méndez / Excelsior
Una nueva polémica se cierne sobre México en el marco de la CITES, por el protocolo aprobado para la “destrucción” de los buches de Totoaba criada en cautiverio, que para algunos países es más bien un proceso de transformación, que no cumple con la resolución del Comité Permanente reunido en marzo de 2022 en Lyon, Francia.
A principios de año y tras un amplio debate, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), tomó la decisió con nueve votos a favor y cinco en contra, de otorgar el registro a la empresa Earth Ocean Farms (EOF), con el fin de que pueda exportar exclusivamente carne de Totoaba.
Lo anterior luego de un intento fallido del gobierno mexicano y EOF, que en 2018 trataron por primera vez de obtener el aval de la comunidad internacional reunida en Ginebra, para vender al exterior vejiga natatoria o “buche” de esta especie en peligro de extinción, producida en la granja de La Paz, Baja California Sur.
Aprendida la lección, la delegación mexicana fue a Francia con la promesa de destruir los buches, vender únicamente la carne y establecer controles estrictos de trazabilidad, tras señalar que las nueve granjas de acuacultura de Totoaba con registro en México, ayudarían a disminuir el tráfico ilegal en el Alto Golfo de California.
En días pasados, en la actualización ofrecida al Comité Permanente de la CITES, ahora en Panamá, la jefa de la delegación mexicana, Blanca Alicia Mendoza, dio a conocer que de acuerdo a la actualización del Plan de Manejo de Earth Ocean Farms, autorizado el 14 de octubre por la Dirección General de Vida Silvestre de la Semarnat, las vejigas natatorias se están pulverizando para hacer harina de pescado.
Reveló que el protocolo consta de seis fases, entre las que se encuentra el cocimiento, mezclado, desintegración, deshidratación y pulverización de la materia orgánica.
“El procedimiento desvirtúa todas las características esenciales del producto, siendo éste no identificable y totalmente irrecuperable en la mezcla resultante.
En resumen, el proceso de destrucción consiste en mezclar las vejigas natatorias con las vísceras, las carcazas y los residuos orgánicos del pescado eviscerado, y tras la deshidratación y la cocción a altas temperaturas, el producto se desintegra”, detalló.
En respuesta, el Gobierno de Israel externó su preocupación de que la harina de vejiga natatoria de Totoaba, pueda ser ahora el objeto del deseo de los consumidores chinos, que atribuyen a esta especie propiedades medicinales y afrodisíacas.
“A nosotros no nos parece realmente una destrucción sino una pulverización, que es un paso en camino a que esté disponible para su uso en la medicina tradicional en el lejano oriente”, advirtió.
En entrevista con Excélsior, Ivonne Higuero, secretaria general de la CITES, adelantó que el protocolo de destrucción de los buches de Totoaba, será un asunto que seguramente retome el Comité Permanente, ya que quedaron algunas dudas sobre el método aprobado por México.
“Podría regresar a la CITES, porque los países van a estar preguntando en el marco del Comité Permanente, qué se ha hecho, qué información nueva hay o bien podrían solicitar a la Secretaría que envíe una misión para saber cómo se está destruyendo el buche, y asegurarse de que el nuevo producto no esté entrando al mercado ilegal”, indicó.
Al respecto, Blanca Alicia Mendoza, titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), destacó que México está dispuesto a dar los pasos que se requieran sobre la destrucción de las vejigas natatorias, conforme a la opinión de los científicos.
“Somos un gobierno que actúa con transparencia, venimos a señalar que es lo qué se ha hecho y qué contiene el protocolo; si hay alguna cosa adicional que tenga que hacerse, México yo estoy segura que la llevará acabo”, manifestó.
Lo que es un hecho, es que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), clasificó como “confidencial” el plan de manejo de Earth Ocean Farms.
En respuesta a una solicitud de información, argumentó que se trata de un secreto industrial y comercial, sin ofrecer la opción de obtener una versión pública del documento.
“Se hace de su conocimiento que la información correspondiente al Plan de Manejo de la UMA de manejo intensivo denominada Earth Ocean Farms, para la especie Totoaba macdonaldi con número de registro DGVS-CR-IN-1485-BCS/12, se encuentra clasificado como confidencial por tratarse de secreto industrial y comercial”, indicó.
Según el informe anual de actividades de la granja de EOF, que tiene la categoría de Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA), y que abarca el periodo de junio de 2021 a mayo de 2022, se continúa trabajando para el desarrollo y fortalecimiento del mercado para esta especie, “mediante la venta y promoción comercial a nivel local, estatal y nacional”.
Por lo que, se presume que hasta ahora no han utilizado el registro de CITES para exportar carne de Totoaba, de la que no existe demanda mundial, como lo advirtió en la reunión de Lyon la delegación de Israel.
“Nuestro producto sigue posicionándose en el mercado nacional ya que sigue teniendo gran aceptación entre los clientes finales (restaurantes y
hoteles) y nuestros distribuidores como por ejemplo en la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Tijuana, Los Cabos y Ensenada entre
otros”, subraya.
En el documento, EOF detalla que al 31 de mayo de este año se vendieron 218 mil 547 kilos de pescado entero, 59 mil 958 kilos en filete y 499 kilos de partes y derivados.”La presentación ha sido pescado entero, fresco y eviscerado, filete fresco y filete congelado, pechos y cocochas frescas y congeladas, como partes y derivados”, agrega.
https://www.excelsior.com.mx/nacional/totoaba-nueva-disputa-con-mexico-en-cites/1553780