Trayectoria de Mario Abeyta Ruiz sentó las bases de Quiriego

Con sabores llenos de tradición de su natal Sonora, Mario Abeyta Ruiz sentó las bases para llevar a cabo un proyecto de experiencia culinaria que se ha dado a conocer de manera nacional e internacional.

Hablamos de Quiriego, un restaurante ubicado en el centro histórico de Hermosillo y que de la mano con el hotel boutique, Marsella 45, ha podido posicionarse como uno de los referentes gastronómicos de la región.

Pero ¿cómo logró Quiriego consolidar este éxito? Detrás de cada caso de éxito hay una historia y esta es la de Mario Abeyta Ruiz, empresario sonorense que inició su carrera a muy temprana edad en procesos de automatización para FORD Motor company, donde se hizo acreedor a cargos de confianza, como ejecutivo en planta de manufactura en su natal Nogales.

Durante su estancia en ese cargo y sus numerosos viajes alrededor del mundo para visitar diferentes locaciones de la firma multinacional, Mario fue acuñando de manera paralela su verdadera pasión en torno a la industria de los alimentos, donde aplicó su experiencia en procesos de manufactura y automatización para fundar Ab Alimentos Nutraseuticos Funcionales, empresa que ha buscado satisfacer la demanda de programas sociales enfocados al apoyo de las familias en algunos estados de la república.

La pasión de Mario fue pausada intermitentemente por oportunidades de diversificar su visión de negocio hacia la industria de la construcción y bienes raíces; sin embargo fue hasta octubre de 2019 que finalmente vio materializada su visión en Quiriego.

Las cartas o menús que presentan, varían junto con las temporadas y estaciones, llenas de tradición sonorense primeramente, de comida mexicana y con notas del resto del mundo, que tratan de recrear sabores llenos de alegría, sabores de la infancia y a decir de Mario Abeyta, “no hay nada como la cocina de mi madre”.

Mario Abeyta Ruiz comenta que en Quiriego podemos encontrar “sabores sonorenses llenos de tradición de donde es muy prominente el gusto por la carne de bovino y excelentes productos del Mar de Cortés, planteados con excelencia pero con sutil sencillez a la vez, en un Setting poco pretencioso pero colmado de detalles y elementos arquitectónicos que hacen de Quiriego un lugar verdaderamente único y mágico”.