Hermosillo, Sonora.- Los gatos suelen mascotas un poco difíciles de tratar, en parte debido a su personalidad. Aquí algunas cosas que le molestan a los gatos.
El agua
Si bien es cierto que existen gatos como los bosques de Noruega, los siberianos y los Maine coon que sí disfrutan metiéndose en el agua, la mayoría detesta el agua. La razón que hasta ahora han dado los científicos es que la mayor parte de razas felinas procede de zonas desérticas de Oriente Medio y China, por lo que su relación con el líquido elemento ha sido nula. Esta falta de relación hace que sientan desconfianza hacia el agua. Las razas de gatos que no temen el agua son generalmente aquellas que se han criado cerca de ríos, lagos, etc.
Los olores fuertes
Aunque el olfato de los gatos no es tan eficiente como el de los perros, sigue siendo sensible y olores fuertes como el del ajo, el humo del tabaco, el vinagre, la cebolla o los cítricos pueden resultarles muy molestos.
Retenerlos por la fuerza
Si coges a tu gato en brazos y notas que no está cómodo e intenta por todos los medios zafarse… No lo retengas contra su voluntad, no le gusta nada.
Cogerlos en brazos panza arriba
De nuevo, encontramos excepciones a la regla pero, por lo general, los gatos odian que se les coja en brazos con la panza hacia arriba. La razón es que en esta postura el animal está vulnerable.
Los ruidos fuertes
Los ruidos fuertes molestan y mucho a los gatos. Gritos, petardos, música a todo volumen, claxon… todo esto puede llegar a causarle miedo al gato y hasta a provocarle estrés y ansiedad.
Que les acaricien la panza, las patas traseras y la cola
Aquí, como todo en la vida, existen excepciones y hay gatos que no se molestan en absoluto si se les toca en estas zonas del cuerpo. Pero, por lo general, no les suele agradar. Mejor optar por cabeza, orejas, barbilla, cuello y cerca de la cola.
Los plátanos
Sí, la mayoría odia los plátanos y lo que no les gusta de ellos es el olor.
Que les cambien su rutina
Por este motivo, si quieres cambiar algo en la vida de tu mascota, como su alimentación, o en la tuya pero que le afecte a él, como una mudanza, tendrás que hacerlo de forma gradual.
El limón
Por lo general, a los gatos no les gusta nada el olor a limón. De hecho, una manera natural de evitar que el minino se acerque a determinados sitios de la casa, como muebles o cables es frotarlos con esta fruta.
La suciedad
Los gatos son animales muy limpios y eso es extrapolable a su bandeja. No dejes sus excrementos en la arena días y días y cámbiale la arena cuando esté sucia. Si no lo haces, además de molestar profundamente a tu gato, le estarás invitando a que haga sus necesidades en otro lugar de la casa.
Las mudanzas
Las mudanzas suponen un cambio drástico en su vida y, como tal, no les gustan nada. El momento en el que se desmantelan sus dominios para meterlos en cajas nos les hace ninguna gracia.