El penacho de Moctezuma, expuesto en el Museo Antropológico de Viena, no podría ser trasladado a México “al menos en los próximos diez años”, aseguró este martes Gerard van Bussel, curador de las colecciones de América del Norte y Central de esta institución pública austríaca.
“El penacho es demasiado frágil”, aseguró van Bussel, ya que está formado principalmente por material orgánico, y cualquier vibración “en el aire o la carretera lo destruiría”.
Van Bussel responde así a la reciente polémica causada por las palabras del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que aseguró en un mensaje de Twitter haberle pedido a su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, reunida esta semana con el presidente federal austríaco, Alexander van der Bellen, que insistiera en la recuperación del penacho.
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“Al final, tanto los curadores austríacos como los mexicanos decidieron que el penacho era demasiado frágil para viajar”, declaró van Bussel, que explicó que haría falta “un avión de 300 metros para compensar (las vibraciones)”. (Foto: López Obrador Twitter)
Por su parte, el mandatario mexicano escribió: “Se lo han apropiado por completo”, asegurando que “ni a Maximiliano de Habsburgo se lo prestaron cuando nos invadieron e impusieron al llamado Segundo Imperio Mexicano”.
El penacho de Moctezuma, que México lleva décadas reclamando, está compuesto de miles de plumas de Quetzal, unidas por centenares de placas de oro.
Aunque se desconoce exactamente cómo el penacho llegó a Austria, muchos historiadores asumen que fue un regalo del propio Moctezuma al conquistador español Hernán Cortés, que después se la envió al emperador Carlos I, de la casa de Habsburgo.
Con información de Infobae