México aplazó el jueves un año la obligación de fabricar, importar y usar solamente camiones y buses que utilicen diésel de ultra bajo azufre (DUBA), o “limpio”, citando complicaciones en la cadena de valor derivadas de la pandemia del coronavirus, dijeron tres fuentes con conocimiento del tema.
El Comarnat, un comité ambiental encargado de decidir al respecto y donde participa el Gobierno y representantes de la industria, avaló que puedan convivir hasta diciembre de 2021 motores que usan diésel de 500 partes por millón (ppm) de azufre, o “sucio”, y tecnologías nuevas de diésel de 15 ppm.
“La Sener reconoció en la reunión que hay dificultades con la distribución del DUBA por la pandemia”, dijo una de las fuentes.
Ni la Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat), ni la de Energía (Sener), que participan en el Comarnat, respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios sobre lo dicho por las fuentes.
Este nuevo plazo a Pemex se suma a otro también de la CRE por el que la petrolera puede evadir hasta 2025 el cumplimiento de una norma para producir, distribuir y vender diésel limpio en todo el país.
En febrero, la Semarnat reconoció la necesidad de desarrollar un plan para mejorar la distribución del DUBA, lo que se ha dificultado con la pandemia, y dijo que participa en un grupo de trabajo con Pemex para modificar la norma sobre calidad de los petrolíferos de 2016.
México importa grandes cantidades de combustibles de Estados Unidos, pero el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que buscará frenar esa dependencia modernizando las seis refinerías de Pemex y con la que se ha empezado a construir en el sur del país.
