El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que desviar el gasoducto -de la empresa Ienova- en la región yaqui de Sonora costará al erario, pero saldría más caro no hacerlo, tal como ocurre al arreglar otros daños y entuertos del pasado.
Entonces, “sí vamos a hacer ese rodeo, nos va a costar pero nos cuesta más no hacer nada. (Le va a costar) a la Hacienda Pública. Todavía (no sabemos cuánto costará), pero sí queremos resolver el problema porque así como ese tenemos otros”, explicó.
“Es como enderezar entuertos; qué pasaba?, se dedicaron a saquear, a robar y todo era con cargo al erario. Tenemos que ir corrigiendo poco a poco toda esta situación, saneando, depurando la vida pública”, señaló.
A pregunta expresa durante la conferencia de prensa realizada este viernes desde Los Cabos, Baja California Sur, subrayó que el plan para esa región es integral integral y tiene que ver con la tierra, el agua, y también con estos problemas que se han originado.
“¿Por qué hay esta protesta? Porque no se les consultó, se tomaron acuerdos, se hicieron negocios, sobre todo empresas particulares que aseguraron la venta de gas a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), gas que dicho sea de paso no se necesita, pero se fueron sobre los contratos y sobre los negocios, el lucro”, señaló el Presidente.
El jueves, en un encuentro con los ocho gobernadores de las comunidades yaquis en Vícam, Sonora, el Presidente López Obrador acordó poner en marcha el Plan de Justicia para el Pueblo Yaqui. Este proyecto considera la revisión y restitución de las tierras que hayan sido invadidas en función del territorio que les fue reconocido en 1937, análisis del suministro del agua y convenios para terminar el gasoducto de la empresa Lenova, “aunque se tenga que desviar”, dijo el mandatario.
Entonces, añadió, se firmaron contratos entre estas empresas y la CFE para la compra de gas y la construcción de esos gasoductos, “contratos, la verdad, leoninos, muy buenos, muy jugosos para las empresas pero muy malos para la hacienda pública”.
Al final, cuando se terminen los contratos, se compra el gas, los gasoductos no serán de la CFE sino que se le van a quedar a las empresas, dijo, a pesar de que son financiados por la CFE.
“Así está el contrato. Lo otro, si en la construcción del gasoducto se impide el paso, se interrumpe la obra, como sucedió en el caso de los yaquis, la CFE tiene que pagar una multa a la empresa, la empresa no pierde”, explicó.
