Hermosillo, Sonora.- Un estudio del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) reveló que la población más vulnerable en Sonora destina el 60% de sus ingresos a alimentos. El 10% de su salario se va en bebidas azucaradas como refrescos y jugos.
La investigación analizó la relación entre el nivel de ingreso y el consumo de alimentos con baja calidad nutrimental en los hogares mexicanos y sonorenses.
Carlos Borbón Morales, investigador de la Coordinación de Desarrollo Regional del CIAD, quien dirigió este estudio en el marco de la tesis de maestría de Juan Carlos Guimond Ramos, explicó que las personas que perciben menores ingresos tienen mayores dificultades económicas para acceder a una alimentación de calidad y optan por alimentos económicos, los cuales tienden a tener un número alto de grasas y azúcares y provocar perjuicios para a la salud.
Debido a lo anterior, dijo, el objetivo de esta investigación fue determinar la cantidad del gasto monetario, por medio de estimaciones comparativas de la Encuesta Nacional de Gastos e Ingreso en el Hogar (2016 y 2018), destinado a alimentos y su correlación con el nivel de ingreso de los hogares mexicanos y sonorenses, el cual ha sido poco estudiado a nivel nacional y estatal.
Como parte de los hallazgos, mencionó que, en México, así como en Sonora, la población con menos recursos dedica casi el 60% de sus ingresos a la alimentación, según datos de 2018, cifra que era del 45% en 2016, lo cual refleja una pérdida del poder adquisitivo a causa de la inflación. Mientras que la clase media gasta el 28% de sus ingresos en comida y el sector con mayores ingresos solo el 12%.
Agregó que destaca como una cifra preocupante el gasto que el sector más vulnerable a refrescos y bebidas azucaradas, que es casi del 10% de sus ingresos. Asimismo, de 2016 a 2018, este segmento manifestó incrementar su presupuesto familiar en frituras, pan, galletas y botanas en general.